En el segundo semestre de 2018, la Organización Mundial de la Salud declaró en el continente Africano la segunda ola del Ébola, una nueva expandida que en una semana se cobró más vida que en la primera batalla.
Con foco en la República del Congo, más de 3.00 personas fueron vacunadas entre ellas, 600 niños y 500 trabajadores de la salud. Como medida para frenar la expansión, la OMS decidió aplicar la vacunación bajo el “sistema de anillos”, es decir, aplicar la inmunización por círculos de personas que estén cerca de posibles casos de la enfermedad.
Adentrarse en zonas peligrosas
El 80% de los casos registrados y las muertes, que superaron la centena de víctimas, se originaron en Mangina, provincia de Nuevo del norte, cerca de la frontera con Uganda. Lugar de fácil acceso para las autoridades sanitarias, sin embargo, se detectaron algunas sospechas en las que el terrorismo de grupos armados imposibilitó la misión.
Es el caso de la provincia de Oicha. Lugar en el que la guerrilla africana tiene el dominio y no es posible adentrarse sin la custodia de la ONU.
África es uno de los continentes con más problemas de accesibilidad, su terreno árido y su pobreza extrema expandida, dificulta cualquier misión de rescate que se plantee.
Detector del virus
Los síntomas del Ébola son similares a la malaria o a la fiebre de Lassa, por lo que descartar el virus es también uno de los problemas que afrontan los especialistas.
El tiempo que se demora un laboratorio en confirmar el letal virus ha jugado en contra durante estos años en los que se ha insistido en encontrar una cura para frenar la epidemia.
Por esta razón, un grupo de investigadores lograron fabricar y aplicar una prueba que diagnóstica el letal virus en solo 30 minutos.
La información fue publicada en la revista Science Traslational Medicina en noviembre y advierte que ya es posible agilizar la detección de la enfermedad.
El examen ya se ha aplicado en pacientes de la República del Congo, lugar en el que la epidemia se mantiene con fuerza.
La prueba pasó la prueba en monos y ya los científicos utilizaron la prueba de campo en Senegal y Guinea con 586 muestras clínicas, teniendo como resultado una fuerte sensibilidad para las infecciones causadas por el virus