Halitosis es el término médico y científico usado para nombrar el mal aliento. Se deriva del latín halitus (aliento) y el sufijo griego osis (acción de un proceso patológico).
Se estima que el 25% de las personas puede presentar el síntoma de manera permanente o crónica, y más del 50%, de forma temporal o transitoria.
El mal aliento es un problema personal que la mayor parte de la gente evita tratar o comentar. Preocupa tanto a quien lo presenta y tiene conciencia de su situación, como a su entorno familiar y social.
Quienes sufren de halitosis necesitan de su propio concurso y el de otros, para superar una condición que afecta su calidad de vida.
Tratamiento
De gran ayuda para el tratamiento de la halitosis resulta un confidente, alguien cercano a nuestra cotidianidad (compañero/a afectivo, familiar o amigo), a quien de manera desinhibida se le pueda indagar sobre la calidad del aliento que exhalamos. Sinceridad palabra clave.
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Orales
Ya que las mayores causas de halitosis son de origen oral, la primera fuente que debe ser evaluada y tratada es la cavidad bucal.
1.1 Higiene oral
La higiene oral, en el tratamiento de la halitosis, se enfoca a la reducción mecánica y química del total de microorganismos de la cavidad bucal incluyendo la lengua. La desinfección debe hacerse en todas las áreas de la boca, pues las bacterias pueden trasladarse de un nicho a otro.
Para ellos se recomienda el cepillado, el uso del hilo dental y la remoción de placa y del recubrimiento lingual, además de la limpieza de prótesis removibles en quienes las usen.
Los enjuagues bucales pueden ser un buen complemento de la higiene oral, siempre y cuando sus componentes sean efectivos en el control bacteriano. Los enjuagues deben usarse después de que la boca esté bien limpia.
1.2 Tratamiento odontológico
Visitar con regularidad al odontólogo, es fundamental para mantener una buena salud oral. Si una persona tiene problemas con su dentadura y sufre de mal aliento, lo primero que debe hacer es consultar al odontólogo.
El odontólogo debe estar en capacidad de identificar las fuentes que pueden ocasionar mal aliento, hacer el diagnóstico y proponer el tratamiento apropiado en los casos de origen bucal.
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Tratamiento médico
El mal aliento puede ser síntoma de alguno de muchos problemas médicos, tales como: infección localizada en las vías respiratorias, drenaje postnasal, bronquitis crónica, enfermedad del hígado o de los riñones, entre otras. Por esta razón, si el odontólogo determina que tiene la boca saludable y no hay muestras de mejoría con la rutina de higiene oral, lo mejor es consultar con su médico de cabecera o con un especialista para determinar la causa del mal aliento.
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Hábitos
3.1 Alimentos
Los alimentos órgano-sulfurados como el ajo, la cebolla, el repollo y el brócoli, entre otros, y su manera de consumirlos, pueden impactar el olor del aliento. Sin embargo, no todos los metabolismos son iguales. En esta medida, entrar a descalificar los alimentos órgano-sulfurados como productores de halitosis, no es oportuno, máxime cuando sus propiedades son benéficas para la salud. Cada quien debe determinar si los consume y de qué manera.
3.2 Bebidas alcohólicas
De la misma forma que ocurre con algunos alimentos, la manera en que se consuman las bebidas alcohólicas puede impactar el olor del aliento. Ingerir licor con moderación, acompañado de agua, consumiendo alimentos con anterioridad o durante la ingesta, y con una buena higiene y salud oral, ayuda a neutralizar los malos olores de origen bucal.
3.3 Tabaquismo
A quien el consumo de cigarrillo afecte notoria y significativamente la calidad de su aliento, y por ende las relaciones con su entorno familiar y social, no tienen una alternativa diferente que reducir su consumo o suspenderlo definitivamente.
3.4 Consumo de café
Diferente literatura sobre la halitosis relaciona el consumo de café con el mal aliento. Sin embargo, A este respecto podemos indicar lo siguiente:
Los hallazgos de un estudio realizado por el Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, Israel, el cual fue presentado en la Conferencia Internacional Breath, 2009, en Alemania, sugieren, según análisis in vitro con saliva, que el consumo de café reduce la concentración de compuestos sulfúricos volátiles en la saliva. Lo anterior indicaría que el café no produce mal aliento de manera directa.
No obstante, lo que sí puede ocurrir, según referencias anecdóticas (no comprobado científicamente), es que en algunas personas con halitosis, el mal olor se puede agudizar con el consumo de café, y aún más cuando se acompaña con cigarrillos.
Finalmente decir que antes de tratar de enmascarar el mal aliento, se debe evaluar cuáles son sus causas y aplicar los tratamientos que conduzcan a solucionar la halitosis. Sin embargo, los productos para enmascarar el mal olor pueden ser un paliativo en caso de enfermedades sistémicas o de difícil tratamiento.