La parálisis facial puede prevenirse con algunos cambios en la rutina: Evitar cambios bruscos de temperatura, tratar con medicamentos las infecciones virales y llevar un ritmo de vida saludable con grado de estrés controlado, son algunas de las recomendaciones de la especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Una de las implicaciones médicas de la parálisis facial es la afectación de órganos como los ojos, reduciendo la vista a niveles altos, si no es atacada a tiempo por médicos especialistas.
Los galenos indican que es necesario acudir al especialista al sentir algún hormigueo repentino e inusual en el rostro o la imposibilidad de mover los músculos de la cara.
Dificultad para masticar o pronunciar palabras de manera correcta son otros síntomas primarios que el paciente sentirá. Seguido, tendrá dificultad para tragar líquidos.
El riesgo en los cambios de temperatura
Los cambios de temperatura súbitos afectan de manera directa las pequeñas arterias del nervio facial que se cierran o dilatan según los grados a los que están sometidos generando así pérdida o deterioro en sus funciones.
Es por ello que no es recomendable someterse a duchas tibias cuando el clima esté frío, o viceversa.
Parálisis pasajeras
Los expertos indican que 35% de los casos son leves y la recuperación no demora más de 3 semanas, sin embargo, los casos en los que los músculos han sido afectados de manera significativa, el tratamiento puede durar más de tres meses.
El tratamiento incluye además de tratamiento médico, terapias físicas para recortar la musculatura del rostro.
Se recomienda extremar cuidado sobre todo en quienes padecen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y lupus.