Medellín.- Desde este martes 21 de mayo se reactivan los servicios de odontología, laboratorio y PyP (prevención y promoción), mientras que los demás servicios como urgencias y otros aún no se pueden restablecer por la falta de médicos.
Así lo dio a conocer la alcaldesa encargada, María Yolima Madrigal Zuleta, quien indicó que se está buscando por todos los medios para conseguir el personal faltante. Por lo pronto se cuenta con el apoyo de la Secretaría Seccional de Salud y Protección Social de Antioquia, con el CRUE (Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres), así como con las IPS Medicauca y Génesis, ubicadas en ese municipio.
“En el Hospital (Nuestra Señora del Carmen) todavía no contamos con atención médica, todos los médicos se nos fueron”, iteró la servidora pública.
Hizo un llamado a la comunidad para que no siga compartiendo por redes sociales panfletos en los que se amenaza a los médicos, pues hacen daño a la comunidad, generan más tensión e inseguridad y temor a los galenos, que se necesitan con urgencia. Además, son falsos según le informaron las autoridades a la Alcaldesa encargada.
Cabe recordar que en la mañana del miércoles 15 de mayo la comunidad de este municipio del Bajo Cauca antioqueño marchó en rechazo al asesinato del médico Cristian Camilo Julio Arteaga ocurrido el viernes 10.
En esa marcha los manifestantes expresaron con arengas su repudio a los hechos violentos que han venido ocurriendo en esa localidad. También pidieron mayores resultados de parte de las autoridades.
Uno de los habitantes anotó que allí ha habido atropellos a la misión médica, así como a los comerciantes, los maestros y la población en general.
La Alcaldesa encargada explicó que con respecto a las urgencias se les está brindando a los pacientes el acompañamiento a remisiones; es decir, las IPS remiten y la E.S.E. pone las ambulancias mientras se logra reanudar el servicio.
Voces de solidaridad
El crimen se presentó en el casco urbano contra el joven galeno, quien hacía su año rural en la E.S.E. Hospital Nuestra Señora del Carmen y era egresado de la Universidad del Sinú.
Muchas agremiaciones y entidades se pronunciaron frente a ello. La Asociación Médica de Antioquia (Asmedas) lamentó y rechazó el acto ocurrido y “toda acción que vaya en contra del derecho a la vida y de la misión médica, pues es contradictorio que a los médicos y demás personal de la salud que trabajan por la defensa de la vida y la salud, se les asesine vilmente y sin ninguna consideración”.
La agremiación presidida por Germán Reyes Forero hizo un llamado a las autoridades “a investigar las causas del asesinato en tanto expresa a sus familiares, compañeros de trabajo y amigos sus más sinceras condolencias”.
El directivo sindical añadió que los casos de agresión física, verbal y sicológica a la misión médica han ido en aumento; por ejemplo, en la E.S.E. Metrosalud en 2016 hubo 128 casos y en 2017 se presentaron 148.
Por su parte, la SSSA y la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (AESA) se unieron al rechazo y al lamento de estos hechos.
La Secretaría invitó a los “usuarios, familiares, actores del conflicto armado y de otras formas de violencia, y a la comunidad en general a respetar y proteger la Misión Médica, a garantizar el ejercicio de su accionar en salud, a reconocer y distinguir su actividad humanitaria y a rodearlos de todas las garantías para poder desarrollar sin riesgo, ni limitaciones la prestación de los servicios de salud en favor de las comunidades”.
Algo similar expresó AESA y también iteró que “el respeto a la integridad de la Misión Médica debe ser un compromiso de toda la ciudadanía, y su protección, una obligación de las autoridades del país. Los muchos atentados contra la vida de los profesionales de la salud muestran la pérdida de valores de nuestra sociedad y la debilidad de un Estado incapaz de cuidar a quienes han decidido por vocación dedicarse a cuidar a los demás”.
Igualmente, dijo la agremiación antioqueña que “nada justifica atentar contra la vida de un ser humano, y menos cuando este tiene como plan de vida el servicio a las personas. Lo acaecido en el municipio de El Bagre debe ser rechazado por todos y generar una reflexión profunda sobre las condiciones en que la Misión Médica cumple su tarea, cada vez más desprotegida, con peores garantías laborales y de seguridad”.