La Fiscalía General de la Nacional en una segunda fase del desmantelamiento de una red de corrupción al interior del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), reveló de qué manera se pactaban beneficios y prebendas para funcionarios del Instituto a cambio de tramitar licencias para productos estéticos, principalmente.
Así lo reveló un informe de la Unidad Investigativa del periódico El Tiempo, en el que se indica que las prebendas o favores incluían cirugías estéticas y tratamientos como terapia neural, cavitación (para eliminar la grasa) y radiofrecuencia (para evitar la celulitis y la flacidez de la piel).
Señala El Tiempo que las evidencias sobre el intercambio de favores pactado fueron recogidas por la Fiscalía en medio de la investigación contra funcionarios del Invima, intermediarios y empresarios señalados de irregularidades en el trámite de registros sanitarios no solo para productos de belleza, sino también para medicamentos y suplementos dietarios.
Los productos, según la Fiscalía, salieron al mercado “sin inspecciones científicas ni conocer su composición real, lo que representaría un atentado contra la vida de los consumidores”.
Como se recordará una primera fase de la investigación dejó el año pasado a 15 personas capturadas entre ellas 12 funcionarios y reconocidos empresarios de la estética, como Stella Durán y Jorge Iván Sánchez Salazar, “y se trabaja en una nueva fase que, según el organismo investigador, promete salpicar a muchos más funcionarios del Invima y a otros empresarios del sector de la belleza. Incluso, a un reconocido político cuyo nombre este diario se reserva para no entorpecer la investigación”, dice el periódico capitalino.
A más tardar en cuatro meses la Fiscalía tendrá que presentar el escrito de acusación contra los primeros capturados, entre los que están Alicia Fernanda Celis, funcionaria del Invima, y la tramitadora Claudia Lised Peñaranda.
Se revelan una serie de conversaciones por WhatsApp en las que se pactaron los tratamientos estéticos que funcionarias del Invima recibirían como compensación por la entrega de registros sanitarios
En una de las conversaciones, y luego de hablar sobre el avance de un trámite en el Invima, Peñaranda le ofrece a Celis un servicio en uno de los locales de Stella Durán. “¡Les cubre tooooodddoooo lo que quieran hacerse!”, le escribe la tramitadora a la funcionaria.
“Mi jefa quedó felizzzzz (…) Y ni decir de mí, encantada”, responde la funcionaria, a lo que Peñaranda dice: “Con todo el gusto del mundo, además doña Stellita se muere por atenderlas. ¡Ella es un sol de mujer!”.
Finalmente cuadran la hora de la cita estética y le dan a la funcionaria instrucciones para la atención que le darían.
“Las conversaciones siguen y hablan de un empresario (del quien El Tiempo tampoco publica el nombre porque no ha sido judicializado) a quien originalmente le negaron un registro en el Invima”, advierte el diario.
Agrega el informe de la Unidad Investigativa de El Tiempo que luego de su captura, en agosto del año pasado, la tramitadora Claudia Lised Peñaranda ofreció colaboración con la justicia a cambio de una rebaja, pero según Alita Quintero Villamizar, abogada de la procesada, tras meses de negociaciones con la Fiscalía no fue posible concretar un principio de oportunidad.
Igualmente señaló que la Fiscalía supuestamente ha intentado engañar a los procesados y presionando para que la devolución del dinero sea mayor a lo que se habrían apropiado como parte de los sobornos.
Ante esta situación, dijo la abogada, pidieron audiencia para aceptar los cargos y frenar toda colaboración con la Fiscalía.
Fuentes de la Fiscalía consultadas por El Tiempo señalaron que el principio de oportunidad no se ha descartado, pero tampoco ha sido avalado. Añadieron que están valorando y haciendo verificaciones sobre la información entregada por la testigo para determinar si procede conseguir el beneficio judicial.