La Procuraduría General de la Nación inhabilitó por 15 años al total de los integrantes de la junta directiva del hospital San Jerónimo de Montería y a su ex gerente Isaura Margarita Hernández.
Según el organismo disciplinario, entre las irregularidades administrativas cometidas figura la modificación del manual de contratación de la entidad durante la vigencia de la Ley de Garantías para las elecciones a Congreso de marzo de 2018.
En la medida de primera instancia y que de ratificarse podría acarrear sanciones fiscales y penales, están implicados los miembros de la junta directiva Teresita Uribe Puche, Judith Jiménez Movilla, Eberto Díaz Padilla, Luis Narváez Molina y Félix Manzur Jattin, este último director actual de la Cámara de Comercio de Montería.
En la decisión la Procuraduría exoneró al abogado Hernando Burgos de la Espriella, quien fungía como representante de la Gobernación de Córdoba ante la junta directiva al demostrar que no participó de la polémica sesión ni firmó el acto administrativo que presuntamente se hizo de forma extemporánea para tratar de corregir la falta disciplinaria por la cual hoy están siendo destituidos e inhabilitados.
La polémica ex gerente del hospital San Jerónimo de Montería, Isaura Margarita Hernández Pretelt, renunció en enero pasado a su cargo, en medio de acusaciones en su contra sobre presuntas irregularidades que comprometerían el presupuesto del centro asistencial y la atención a los pacientes.
La ex funcionaria se había ‘atrincherado’ en su cargo desde el 12 de noviembre de 2016, al punto que a principios de este año se negó a salir de vacaciones pese a haber sido ordenadas por su jefe inmediata la gobernadora encargada de Córdoba Sandra Devia Ruiz. Sin embargo, después de una orden del Consejo Directivo del hospital que reconoció la legalidad del acto que ordenaba la vacancia temporal, Hernández salió al descanso ordenado por ley.
Una de las supuestas irregularidades y que fue denunciada por la Oficina Jurídica de la entidad tiene que ver con la firma de 470 contratos de prestación de servicios, los cuales habría autorizado el pasado primero de enero. Entre las anomalías por ese procedimiento de la gerente del hospital San Jerónimo se encuentran que no era día laboral; al tiempo que a partir de esa fecha debía salir de vacaciones y no lo hizo sino que continuó laborando pese a haber sido nombrado su reemplazo temporal.
De igual forma, se indicó que los contratos firmados el primero de enero no contaban con la firma de los contratistas beneficiados ni tenían los soportes necesarios como la disponibilidad presupuestal, la póliza de cumplimiento, el número consecutivo, entre otras.
Por este mismo hecho la Contraloría Departamental de Córdoba también abrió investigación por petición de la Gobernadora de ese departamento.
A esto se suma la baja calificación que le dio la junta directiva a su gestión, la cual la gerente refutó ante la Superintendencia Nacional de Salud con el fin de lograr un aumento en dicho puntaje, pero la Supersalud no le dio la razón y por el contrario ratificó la decisión de la Junta Directiva y reprobó su desempeño como gerente.
Hoy el hospital San Jerónimo de Montería mantiene un déficit de 50.000 millones de pesos .
En julio de 2015 salió como gerente el médico Nelson Morales, por la crisis administra y la elevada cartera que volvió inviable al centro hospitalario, entonces la Supersalud nombra a su primer agente interventor, Juan Carlos Guardo, pero en diciembre de ese mismo año este fue remplazado por Luz Patricia Sánchez, y en agosto de 2016 asumió Inés Loaiza Guerra, hasta el 12 de noviembre, cuando la Gobernación –tras haber finalizado la intervención– nombró a la médico Isaura Hernández, suspendida por la Procuraduría el 3 de febrero pasado.
La decisión del ente de control se da horas antes de la llegada del procurador Fernando Carrillo Flórez, quien presidirá una audiencia anticorrupción en el municipio de Cereté, Córdoba. Allí el funcionario dará a conocer otros diez hechos presuntamente irregulares que ya fueron objeto de investigación y cuyos resultados serán ventilados en el salón del acto público.