Desde el año 2017, cuando fue autorizado el cannabis para uso medicinal, se han presentado ante el Ministerio de Justicia más de 1.500 solicitudes de licencias con fines medicinales. De esas, el Minjusticia ha expedido 247 licencias para uso médico y científico.
El Ministerio de Justicia para emisión de una licencia tiene dos modalidades: una para pequeños y medianos cultivadores, que es hasta un máximo de 0.5 hectáreas, y otra para grandes cultivadores de 0,5 hectáreas para arriba.
Según el Gobierno, los beneficios que tienen pequeños y medianos cultivadores es el de recibir una asesoría técnica de la misma emisión de las licencias, mientras que las grandes empresas que van a transformar el cannabis deberán comprarle el 10 por ciento de transformación total a pequeños y medianos productores.
También se precisa que no hay fecha límite para la obtención de una licencia de cannabis y cada vez que se emite una es porque ya hay un vínculo entre el productor con alguien que va transformarla. Es decir en el momento que el cultivador va sembrar su grano, ya sabe a quién le va vender su cosecha, que normalmente son laboratorios farmacéuticos.
En todo el tema de cannabis existen cuatro licencias: la fabricación de derivados emitida por el Ministerio de Salud y las licencias de uso de semillas, de cannabis psicoactivo y de cannabis no psicoactivo que las otorga el Ministerio de Justicia.
De otra parte, se aclaró que ninguna empresa tiene cultivo comercial pues todas están en procesos de pruebas de evaluación agronómica o de registro de materiales. “En Colombia no existe el primer cultivo comercial. (…) En este momento ellos está autorizados hacer trámites de evaluación, una vez terminan sus evaluaciones deben destruir el material”.
Además de Pesca, Boyacá también hay licencias asignadas, en Cundinamarca, Huila, Antioquia, Santa Marta.“Donde hay licencias asignadas hay labores de cultivo, donde hay generación de empleo similar a lo que está pasando en Pesca”.
A gran escala, ya se están forjando alianzas entre grandes firmas y laboratorios de Estados Unidos y Canadá con industria local, como por ejemplo Procaps.
Se estima que en Colombia hay 5 millones de clientes potenciales para las medicinas a base de cannabis.