La Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), lanzó una alerta sobre la escasez del medicamento dantroleno, único antídoto contra la hipertermia maligna, una patología genética, considerada como la única enfermedad asociada al uso de anestesia general, y que a pesar de ser una enfermedad rara y de muy baja incidencia, según cifras conocidas por la Sociedad Colombiana de Anestesiología su incidencia, puede poner en riesgo la vida del paciente.
Cuando se presenta un episodio de hipertermia maligna el único tratamiento que actúa como antídoto es el dantroleno, medicamento que debe ser aplicado por el anestesiólogo en la mayor brevedad posible, ya que en caso de que sea aplicado posterior a una hora de presentarse el suceso, el porcentaje de complicaciones para el paciente aumenta considerablemente, incluso poniendo en riesgo la vida del paciente.
En Colombia, luego de la gestión ante el Ministerio de Salud por parte de la SCARE, este medicamento pasó a ser considerado por el Invima como un vital no disponible debido a que no se encuentra disponible en las cantidades requeridas en todas las clínicas y hospitales del país.
Por esta razón la Sociedad de Anestesiología hace un nuevo llamado a las entidades gubernamentales para que dentro de las normas de habilitación de una institución, que practique cirugías con el uso de gases anestésicos y relajantes musculares despolarizantes, se le exija que deben contar con la dosis mínima del dantroleno. Además, invita a las secretarias de salud tanto departamentales como municipales a que trabajen en red para disponer del insumo y en los casos en que una institución no cuente con el medicamento y se requiera, la red hospitalaria lo proporcione.
El tema es de vital importancia ya que solo ciudades como Bogotá y el departamento de Antioquia, han tomado medidas al respecto, luego de que se presentaran 9 casos de hipertermia maligna, dos de los cuales le costaron la vida a los pacientes por no disponer a tiempo del medicamento. En Barranquilla, por citar un ejemplo el medicamento debe ser traído de Medellín, es decir, no está disponible.
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia el pasado mes de marzo se manifestó a través de sentencia sobre el fallecimiento del menor Andrés Gil López quien murió en 2014 durante la práctica de una cirugía de párpados en Cali, después de que se le desencadenara un episodio de hipertermia maligna y la institución no contara con el dantroleno, además de que incumplió en el traslado del paciente a la unidad de cuidados intensivos en un nivel superior; ante este episodio la Corte afirmó que las entidades competentes en esa ciudad no han realizado los protocolos de consecución del dantroleno necesarios y no existe una política pública al respecto que permita el acceso al medicamento para todos los pacientes que lo requieran.
Este pronunciamiento significa un llamado para que el Gobierno vigile y estandarice a nivel nacional protocolos en red para el acceso al dantroleno entre las instituciones prestadoras de salud en el país, para evitar más desenlaces negativos por la no disponibilidad del insumo durante una intervención quirúrgica.
Hipertermia maligna
En un procedimiento quirúrgico, el anestesiólogo está vigilando todos los signos vitales del paciente, su presión arterial, frecuencia cardiaca, ritmo del corazón, cantidad de oxígeno en la sangre y la cantidad de dióxido de carbono. Es así que cuando un paciente presenta un incremento en la temperatura corporal por encima de los 38° centígrados, con aumento del metabolismo y del dióxido de carbono de manera grave y aguda, taquicardia o hipertensión, podría tratarse eventualmente un episodio de hipertermia maligna.
La incidencia de la hipertermia maligna está entre 1 en 5.000 a 1 en 100.000 en cirugías con anestesia y se relaciona exclusivamente con el uso de gases anestésicos y relajantes musculares depolarizantes y se manifiesta con aumento en la temperatura corporal.