Medellín.- De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia nacen 1.000 bebés, de los cuales el 5 por ciento llega con sordera, de ahí la importancia del Tamizaje Auditivo Neonatal (TAN), estudio detallado y sin costo, que permite la detección temprana de enfermedades relacionadas con el sentido del oído.
Alejandro Gutiérrez Espitia, de 3 años es uno de los 7 millones de habitantes registrados con pérdida auditiva al cierre de 2018, según datos del Ministerio. A él le fue diagnosticada su pérdida auditiva cuando tenía 10 meses de nacimiento.
“En un principio su discapacidad auditiva era difícil de identificar, ya que cuando veía videos bailaba; además, emitía sonidos guturales (relacionados con la garganta) y cuando lo estimulaba él volteaba a mirar”. No obstante, cuando llegaba a la casa y lo llamaba, el bebé no respondía hasta cuando había contacto visual y ni siquiera reaccionaba al momento de sonar un gran golpe, recordó Andrea, madre del menor.
Al cabo de los meses en los que hubo varias citas y exámenes genéticos negativos, la valoración de Alejandro pasó por varias especialidades como pediatría, otorrinolaringología, pero fue en otología cuando le dictaminaron hipoacusia neurosensorial severa.
En consecuencia, se le practicó una intervención quirúrgica consistente en una cirugía bilateral, ya que es la forma de maximizar la posibilidad de que los niños, escuchen por ambos oídos.
El procedimiento se logró debido a la autorización de junta médica de su EPS, en donde los galenos determinaron que era candidato a un implante coclear, dispositivo electrónico que se ubica bajo la piel mediante una operación y un procesador externo, detrás de la oreja. Su función es suplir la parte afectada del oído con la transformación de los sonidos en señales eléctricas que se envían directamente al nervio auditivo.
Podría decirse que el pequeño volvió a nacer hace un año, cuando recibió el implante, pues empezó un proceso de rehabilitación con el cual ha aprendido a escuchar, hablar, nombrar los integrantes de la familia, algunos animales y colores. También ya cuenta los números del 1 al 10, al igual que partes de la cara en español y en inglés, reconoce la voz de sus padres, va al jardín y se ríe mucho más que antes.
El oído es el único sentido que se puede reemplazar: con el implante coclear, dice el fonoaudiólogo de la empresa de soluciones auditivas MED-EL, Jonathan Bareño, quien también insiste en la importancia de los chequeos médicos antes de que el niño cumpla los dos años.
Calidad de vida con un implante
Cada año en promedio son implantadas 500 personas en el país con dispositivos que les cambian la vida. Aunque estos aparatos tienen costos que no podrían pagar familias de bajos recursos económicos, muchos de esos casos son asumidos por el sistema de salud.
“Con el implante coclear el niño inició imitando sonidos de forma muy clara, además de ver su independencia en el uso de los dispositivos, los cuales sólo se deja retirar cuando está dormido. Él mismo se los pone, lo enciende y es totalmente autónomo con su audición. Eso es maravilloso para nosotros como padres”, afirmó la mamá de Alejandro.
Cabe aclarar que la sordera de este niño, es un tipo de las variadas manifestaciones de hipoacusia. Entre las causas están el uso excesivo de audífonos y a altos volúmenes, los efectos colaterales de ciertos medicamentos, problemas congénitos y la sordera súbita.
Es necesario tener en cuenta que varios problemas de pérdida de la audición en la infancia se pueden evitar con el TAN.