Diferentes agremiaciones médicas del país, expresaron su rechazo a los proyectos de Ley 104, que modifica la Ley 23 de 1981 de Ética Médica; y el 056, por el cual se reglamentan las especialidades médicas y quirúrgicas, según lo reveló este miércoles el diario El Tiempo.
En una carta conocida por El Tiempo, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, la Federación Medica Colombiana, la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir), la Asociación Colombiana Médica Estudiantil (Acome) y la Asociación Médica Sindical Colombiana (Asmedas) muestran su “profundo malestar” frente al alcance de los proyectos y piden su retiro inmediato “porque entrañan una amenaza para el ejercicio de la medicina y las especialidades médicas”.
Según revela el periódico, la carta está dirigida a los representantes José Luis Correa López, autor de las leyes reformistas, y Jairo Cristancho, ponente, y entre otras señala que dichos gremios en ningún momento fueron “consultados sobre las motivaciones, redacción ni contenido de los proyectos en mención, que se desmarcan del objeto definido, con claridad, en la Ley Estatutaria de la Salud”.
“Ambos proyectos vulneran elementos esenciales del ejercicio médico con alcances constitucionales –incluidos en la Ley Estatutaria de Salud– como la calidad e idoneidad profesional y pilares como la autonomía y la autorregulación, además de preceptos como la libre asociación y la autodeterminación de las reglas que guían el desempeño de las agremiaciones en un Estado social de derecho”, argumentan los quejosos, según el periódico El Tiempo.
El representante Correa explicó a ese mismo diario que el proyecto de ley 104, busca renovar la Ley 23 de 1981 que estableció los principios de la ética médica en el país, incluyendo temas actuales como la eutanasia, el aborto y los desafíos propios del sistema de salud actual. Y el 056 pretende delimitar los alcances de los 35.000 médicos especialistas que se calcula hay en el país.
Y según los congresistas sí han sostenido varias reuniones para socializar los alcances de los proyectos y construir modificaciones con base en los aportes de los médicos, al punto que la ponencia de uno de ellos fue aplazada. Incluso, afirman que un correo de Sociedades Científicas pide hacer caso omiso de la carta.
César Burgos, presidente de Sociedades Científicas, dijo a El Tiempo que “Los dos proyectos tienen incoherencias y malas intenciones. Nuestra voluntad es siempre ajustarnos a normas y modelos de conducta enmarcados en la autorregulación y por eso es un exabrupto que sean otros los que nos impongan esas normas”.