Según Séneca, “el hombre no muere, se mata”. Y ello tiene mucho de verdad si tenemos en cuenta que el ser humano biológicamente podría vivir hasta 120 años. La expectativa de vida se acorta por factores como enfermedades catastróficas, accidentes, hechos violentos y otras eventualidades. Pero es esencialmente debido a las malas prácticas humanas y a la falta de un adecuado autocuidado que se reduce la longevidad y la capacidad productiva.
Los índices de inactividad física en Colombia siguen siendo alarmantes, bordean el 70 por ciento (con todos los tipos de sedentarismo). Esto significa que la gran mayoría de personas en nuestro medio no superan el Umbral de Actividad Física Funcional (UAFF). La misma fisiología del ser humano exige unos mínimos niveles de ejercitación física diaria, de lo contrario los riesgos de la degeneración temprana son elevados. De allí que por solo tres males crónicos mueran en el país unas 100 mil personas al año (una verdadera tragedia). Pero por más investigaciones y demostraciones contundentes sobre el valor de moverse más, el estilo de vida evoluciona hacia esquemas poco saludables y de mayor “comodidad” e inactividad.
No existe en Colombia una política pública y educativa efectiva que priorice el fomento de comportamientos saludables, tal vez apenas rellenos de bajo compromiso. Son los mismos políticos y sujetos del poder quienes “deseducan” a la población. El mal ejemplo de estos personajes campea. Muchos son obesos, con papada, coloraditos (con cardenales), barrigones y alérgicos a aquello que implique emplear las propias energías (sedentarios “ejemplares”). Pero más aún bebedores sociales, tal vez fumadores, con extraordinario culto a su hermoso auto y que gustan tener gente a su servicio para sentirse importantes y para ahorrarse la fatiga. Con esos arquetipos de la sociedad, para qué mas enemigos de la salud pública..
Los ejemplos también abundan entre los periodistas “celebridades” afectos a los “lamparazos” (alcohólicos sociales) que se creen intocables o inmortales. Deberían aprender de la lección que les dejó su colega Alejandro Nieto (Qepd) desaparecido precozmente en el mejor momento de su vida profesional. Muchos podrían tener ya el agua al cuello, son más vulnerables de lo que se imaginan o se creen.
‘De grandes cenas, están las sepulturas llenas’, y no aprendemos (recuérdese el caso del famoso D’Artagnan: https://www.las2orillas.co/como-hace-de-falta-dartagnan/
Se acaban de cumplir 9 años de la desaparición anticipada del periodista Roberto Posada García-Peña, D’Artagnan (23 febrero 2009). Y cómo no recordarlo, si marcó un rumbo en el país …
www.las2orillas.co
|
La principal política de salud pública debe ser educar para preservar y vigorizar la vida humana. Para ello se requieren estrategias que formen en las personas criterios sólidos de autocuidado que lleven a un estilo de vida equilibradamente sano. Es necesario intentar desterrar todo contenido de grasa animal (y trans) en los alimentos, eliminar el uso de azúcar añadida y reducir integralmente la ingesta excesiva de calorías. La actividad física es esencial y el sedentarismo debe ser combatido en todas sus dimensiones. Todo movimiento y gasto de energía suma. Y si practicamos regularmente un deporte aeróbico mejor. Pero no es suficiente con moverse, son necesarios buenos hábitos dietarios con énfasis en alimentos vegetales como verduras y frutas.
Recordemos que “lo que se come se cría”. No sigamos alimentando el fantasma de la muerte súbita o repentina con esos comportamientos displicentes, que por falta de buena educación han hecho carrera en nuestro medio. El fin de año es época de riesgos, pero debemos tomar decisiones mesuradas con criterio de vida para gozarnos con creces las festividades. No olvidemos poner en práctica este ineludible principio: por tranquilidad, en esta Navidad y en el fin de año: “poca cama, poco plato y mucha de suela de zapato”. Felicidades .