En una carta que enviaron distintas agremiaciones médicas al presidente de la república, Iván Duque, y a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, les solicitan que ante el aumento vertiginoso de casos de covid-19 en el país, que tiene como foco la capital, se cierre completamente la ciudad durante dos semanas.
Los firmantes, entre los que se cuentan a la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, la Federación Médica Colombiana, el Colegio Médico Colombiano, el Colegio Médico de Bogotá, la Asociación Médica Sindical (Asmedas) y la Asociación Nacional de Internos y Residentes, argumentan que el porcentaje de ocupación de camas de unidades de cuidados intensivos actual, la baja disponibilidad del talento humano para atender estos servicios, las variaciones del contagio, la poca disponibilidad de equipos de salud pública para el control de la pandemia y la baja cobertura en pruebas y oportunidad de los resultados para el diagnóstico real de la situación, obligan a que se retome la cuarentena total en la ciudad.
Además, los solicitan que junto con esta cuarentena estricta se emita “una política social de renta básica real y efectiva, con garantías de alimentación y servicios públicos básicos dirigida a la población más pobre y vulnerable, cuyo ingreso como trabajadores independientes informales o de micro y pequeñas empresas no está garantizado sin la lucha diaria”, la cual consideran debe ser de un salario mínimo mensual vigente.
En la comunicación de 12 páginas reiteran que el aumento en el número de camas de UCI requiere de un crecimiento proporcional de personal especializado para atender con menos riesgo y mayor eficacia a los enfermos que lo requieran.
Así mismo hablan de la necesidad de unificar la toma de decisiones, aumento de pruebas diagnósticas en un contexto de salud pública para toda la población, además de solicitar la protección adecuada para todo el personal de salud, la vinculación laboral estable y la remuneración para todos estos profesionales.
“A nuestro juicio se está induciendo a que médicos y enfermeras sin información, conocimiento, entrenamiento y experiencia suficientes se encarguen del cuidado de pacientes de altísima complejidad. Esto contradice el paradigma del ejercicio médico , el cual es “el deber de cuidado”, lo que se puede traducirse a nivel individual en vulneración del derecho fundamental a la salud del paciente, puesto que cuenta aumenta los riesgos de iatrogenia a consecuencia de errores médicos por impericia, desconocimiento, ansiedad, miedo y fatiga”, concluyeron los profesionales de la salud.