Los episodios de muerte súbita en deportistas, no son tan infrecuentes. Los riesgos existen y lamentablemente son episodios difíciles de prevenir, salvo en algunas circunstancias especiales, donde se detecta alguna disfunción cardíaca establecida. En los atletas muy jóvenes es aún más complejo, dado que en tantas ocasiones este tipo de anomalías pueden ser progresivas y su detección evidente sólo es posible con el paso del tiempo.
Hace un poco más de 20 años un joven deportista de un club profesional de fútbol del Valle murió luego de un entrenamiento con apenas 18 años. La conmoción fue total entre sus compañeros dejando una enorme secuela. Con este episodio todavía fresco, al grupo se integró un jugador argentino talentoso. Su desempeño en el campo era satisfactorio y pintaba muy bien. Pero a bajas alturas manifestaba de forma moderada algunos episodios de fatiga.
Por seguridad y ciertas sospechas tomé la decisión de valorarlo médicamente de nuevo. Las pruebas seguían siendo en apariencia normales, pero la clínica mostraba otra cosa. Se le hicieron exhaustivos exámenes con valoración de varios especialistas en cardiología. Los resultados no fueron nada claros sin confirmar una patología establecida.
Dada mi preocupación extrema por la salud del futbolista argentino, y ante la sospecha de una anormalidad cardíaca escondida, opté por buscar una evaluación de uno de nuestros maestros en cardiología, el doctor Nelson López en Popayán. El examen fue íntegro agregando todas las valoraciones anteriores, con las que extrapolamos los resultados para un diagnóstico final y concluyente.
Con los antecedentes y la valoración especializada del doctor López el dictamen fue definitivo: el paciente tenía una arritmia cardíaca. Esto significaba una alteración en su sistema de conducción eléctrica del corazón, que en cualquier momento podría entrar en una grave falla cardíaca, especialmente cuando se hace ejercicio físico de altas cargas como en el fútbol profesional. El riesgo de muerte súbita en el campo era muy alto, de allí que la decisión médica fue no arriesgarlo y devolverlo a su país con remisión a la clínica Favaloro en Buenos Aires, centro especializado en estas patologías.
Contexto y estado de Andrés Román
Lo ocurrido con el futbolista colombiano Andrés Román en Argentina es un caso similar. En él se encontró evidencias de una cardiomiopatía hipertrófica, aparentemente progresiva, según médicos argentinos. Esta es una enfermedad del músculo cardíaco, que provoca un aumento del grosor de las paredes, generalmente del ventrículo izquierdo, ya sea por causas congénitas o adquiridas, reduciendo el espacio para impulsar sangre oxigenada ante las demandas del organismo, mucho más en una práctica deportiva. (ver gráfica).
En este caso en el esfuerzo físico importante se reduce el transporte de oxígeno porque tiene una cavidad muy pequeña en el ventrículo izquierdo y no llega sangre suficiente al músculo. Esto puede generar síntomas como fatiga al respirar y dolor de pecho, llevando a una arritmia cardíaca. Ésta es la causa de la muerte súbita más frecuente. En menores de 35 años la primera causa de muerte súbita es la miocardiopatía hipertrófica y en mayores de 35 es la enfermedad coronaria.
Si una persona tiene confirmado un diagnóstico de cardiomiopatía hipertrófica, debe recibir atención especial y tendrá totalmente contraindicada la actividad física y deportiva de mediana y alta intensidad. No podrá ejercer el deporte competitivo como el fútbol por las altas cargas físicas que impone con gran demanda para el corazón que no podría soportar. Aunque el deporte moderado y de baja intensidad (caminar, correr, bicicleta, natación fácil) no estaría contraindicado.
Protocolo recomendado a seguir
Qué viene en el caso del joven futbolista Andrés Román, para quien aún no todo estaría perdido. Por su tranquilidad y seguridad se recomiendan los siguientes pasos a seguir:
1. Deberá confirmarse y reconfirmarse su diagnóstico con exámenes completos y diversas opiniones profesionales especializadas en Colombia.
2. Si ello sucede deberá someterse a un seguimiento y monitoreo de mínimo unos tres meses, deseable unos seis meses con el objeto de evaluar la evolución de su patología.
3. A los seis meses realizar nuevas pruebas y valoraciones totales para confirmar su estado.
4. Hacer seguimiento por seis meses más con monitoreo estricto y tratamiento integral.
5. Al cabo del año, se evalúa y se tendrá total certeza de su estado, de si hubo algún tipo de remisión, si el problema no era muy grave o el mal es progresivo.
6. En ese punto se toma una decisión final sobre si vuelve o no definitivamente a la práctica del fútbol profesional.
7. En todas estas etapas el paciente debe recibir terapia y asistencia psicológica y de “coaching” de vida de forma prioritaria.
Debe aclararse, que no hay ninguna responsabilidad de sus médicos de cabecera (Millonarios) en la presencia de su patología por la falta de un supuesto diagnóstico previo. Es un deportista muy joven y lo más probable es que al momento del ingreso al equipo no presentara evidencias de anormalidad cardíaca. Estas disfunciones por ser progresivas no se detectan sino con el paso del tiempo. También debe tenerse en cuenta que 2020 fue un año de “pausa” también para estas actividades. Si es cuestionable que no se le haya dado un manejo más prudente para evitar tanta exposición pública del jugador en medio de su drama.
Aunque aún es prematuro descartarlo del deporte competitivo, las decisiones del Boca Junior de prescindir de sus servicios, están sustentadas en una importante valoración científica. Su situación es absolutamente lamentable y decepcionante, pero también está en juego su vida. Mi paciente argentino, se fue odiándome en el momento, pero hoy me lo agradece, abrazando a sus hijos.
Apostilla: El siguiente video de menos de un minuto enseña a prevenir la muerte súbita en el deporte: https://www.youtube.com/watch?v=PREhFDakmkA&ab_channel=RadioZonaF
