Nuevos impuestos del licor “disfrazados” a favor de salud ponen en riesgo a la industria nacional y aumentan el contrabando.
En medio de las protestas frente al futuro de la industria nacional y sus trabajadores, el Senado de la República aprobó en la plenaria la nueva ley del monopolio de licores. Por medio de esta medida aumentarán los impuestos del licor con el fin de destinar más recursos para la salud y la educación; sin embargo, varios senadores expresaron que el Gobierno está utilizando a la salud para disfrazar sus verdaderas intenciones.
El cambio previsto en la tarifa encarecería las bebidas alcohólicas nacionales en un 25%, ya que se tendrían que pagar un impuesto de $220 por cada grado de alcohol. Es preciso indicar que la cerveza no estaría incluida y el aguardiente quedó con una protección especial.
Rentas destinadas a la salud
Del total del recaudo de las rentas los departamentos, y del impuesto al consumo de licores destinarán el 37 % a financiar la salud y el 3 % a financiar el deporte.
Para efectos de la destinación preferente ordenada por el artículo 336 de la Constitución, por lo menos el 51 % del total del recaudo de las rentas del monopolio de licores destilados deberá destinarse a salud y educación. Sin embargo, se debe mencionar que la nueva ley no corrige los vacíos que hay sobre la destinación específica de recursos para los hospitales públicos, en medio de la crisis del sistema.
Asimismo, se debe decir que de la totalidad de las rentas derivadas del monopolio del alcohol potable se destinará por lo menos el 51% a salud y educación, y el 10% a deporte.
En el caso del Distrito Capital, se destinará el 88% de esos recursos a salud y el 12% a deporte.
¿El fin de la industria nacional?
Durante el debate el Centro Democrático y el Polo manifestaron estar en contra de la iniciativa puesto que aumentar el precio de los licores nacionales podría traer consecuencias como incentivar al consumo de licores importados más perjudiciales para la salud, el aumento del contrabando y la reducción de recursos para la salud, ya que según afirmó el senador Iván Duque “es contradictorio por parte del Gobierno decir que la medida que reduce el consumo de estos productos recaudará más impuestos”.
Por su parte, el senador Jorge Enrique Robledo del Polo dejó claro que no cree en los argumentos del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al respecto de la nueva ley. “Él dice que este es un proyecto con fines rentísticos y de salud pública, pero siempre en Colombia los peores proyectos se presentan a nombre de las mejores causas”.
El parlamentario del Polo también dijo ante opinionysalud.com.co que el verdadero propósito de este proyecto tiene que ver con quienes están detrás de él, “los señores de Acodil”, una organización que representa a los “fabricantes y comercializadores de las licoreras del mundo”, quienes según Robledo, habían contratado una firma para hacer un estudio que dice que con eliminación del monopolio de licores las empresas importadoras de alcoholes destilados tendrían un mayor acceso a todo el mercado nacional en Colombia y de la misma manera tendrían más ganancias.
El Ministro de Hacienda dijo que “es un proyecto bueno para los departamentos, porque se recaudarán más recursos para la salud y sobre todo para todos los padres de familia porque se desestimula el consumo de licores, cómo se está haciendo en el mundo entero, con impuestos más altos. Buscamos un sistema tributario permita que los licores de mayor precio, le correspondan mayores impuestos, es decir más recursos para la salud”.
Acerca del contrabando
Sobre el posible aumento del contrabando, Robledo indicó que “los departamentos tienen demandas a las transnacionales Diageo y Pernod Ricard como los principales contrabandistas de licores extranjeros a Colombia”. “Sí aumenta el contrabando, se reducen los impuestos destinados a la salud por razones obvias”, afirmó.
Al respecto, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo manifestó que el aumento en los impuestos no estimula el contrabando y la adulteración, sino todo lo contrario, pues tanto el ejercicio como el objeto del monopolio tienen el único sentido de evitar problemas de salud pública y ejercer más control. “Esta iniciativa contiene herramientas para combatir precisamente el flagelo del contrabando y la adulteración de licor, habrá normas sobre el etiquetado donde se obliga a incluir por parte del productor el lugar de destino final, se hace mención sobre el Sistema Único Nacional de Identificación y Rastreo, se especifica sobre la información que deben suministrar los importadores y comercializadores de licores sobre sus cadenas de suministro y distribución y los pagos por sus ventas, entre otras”.