Piden a IPS y profesionales responder por procedimientos médicos realizados con las mejores intenciones que ocasionen daño no intencional, según el Consejo de Estado”.
A propósito de la reciente condena de un juez de Valledupar a un médico de 78 años por la muerte de una paciente en medio de una cirugía en el 2010, otras instancias de la rama judicial en Colombia ya han sentenciado los “errores” que han resultado después de actos médicos. Mientras que los médicos reclaman la ausencia de las cortes para dignificar su labor en las EPS.
Tal es el caso del fallo que emitió el Consejo de Estado en 2013 contra la EPS Caprecom, por los daños y perjuicios causados tras la muerte de una paciente, ocurrida como consecuencia de una infección intrahospitalaria.
Cabe resaltar que las infecciones intrahospitalarias también se conocen como las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud -IAAS-, que son eventos adversos a la práctica médica. Es decir que, el daño causado no es de carácter intencional, y se da por la atención en salud y no por la enfermedad del paciente.
Este histórico fallo precisa que “si bien las infecciones hospitalarias pueden ser irresistibles, no son imprevisibles, pues constituyen un riesgo conocido por la ciencia médica, que las hace prevenibles y controlables“. Por lo que, no se consideran como casos fortuitos, puesto que no son ajenas a la prestación del servicio público de salud.
Mientras, en Estados Unidos entre 5-10% de los pacientes hospitalizados sufren IAAS, ocasionando más de 100.000 muertes al año.
¿Qué dicen los médicos?
Por su parte, los profesionales de la salud le hacen un llamado a la justicia desde Dignidad Médica, puesto que prácticamente los médicos pueden ser responsables de su propio invento de curar a los demás. Y sí bien, la sentencia del Consejo de Estado exigió en 2013 cero infecciones nosocomiales y la creación de un fondo para reparar pacientes victimas de ellas, los médicos se “sienten perseguidos” y continúan a la espera de un acto de justicia para dignificar su labor ante intermediarios financieros (EPS), que no les pagan sus salarios y los someten a condiciones laborales y profesionales porco favorables.