Ni una sola persona ha fallecido en el departamento del Atlántico, víctima de algún accidente ofídico. Así lo confirmó el secretario de salud del Departamento, David Peláez, en el marco del ciclo de capacitaciones con el objeto de actualizar los conocimientos del cuerpo médico de los hospitales y clínicas de la red pública y privada del Magdalena, Sucre y del Atlántico sobre el manejo de estos accidentes.
Peláez explicó que a la fecha van 103 casos atendidos, con cero muertes y que las jornadas de capacitación, que se realizan dos veces al año, permiten que los médicos de las urgencias sepan identificar los accidente ofídicos y cuál debe ser su respuesta ante un paciente mordido.
“En el Departamento las serpientes que mayor número de casos aportan son la Bothropicos (Patoco) y la Mapaná, al principio del año tuvimos un importante reporte de mordidas, producto de la sequía que se dio en ese momento. Ahora ha comenzado la época de lluvias y de igual forma la ofidiofauna sale a buscar alimentos, especialmente roedores, incursionando en áreas secas, en ocasiones, cercanas al hombre”, puntualizó el funcionario.
Agregó que el Departamento está suficientemente abastecido de suero antiofídico y coordinado con el hospital Niño Jesús, que es el centro de referencia en la costa Atlántica para el manejo de este tipo de accidentes.
Por su parte Jaime Escobar, médico toxinólogo que se encuentra realizando las capacitaciones, indicó que “los municipios que remiten mayor cantidad de accidentes ofídicos son Tubará, Puerto Colombia, Luruaco y Sabanalarga. El comportamiento ha sido parejo durante el año, con los picos normales de junio y julio por ser época de vacaciones en que se realizan visitas al campo y a zonas rurales, siendo los niños los más afectados. Esperamos el aumento de casos de fin de año ya que se dan inundaciones en las partes bajas del Departamento por el invierno. Todo se ha manejado dentro de las expectativas, los índices han estado dentro de lo normal”.
El Hospital Departamental Niño Jesús, con sede en Barranquilla, es el que sigue atendiendo un alto número de accidentes o de mordeduras de serpientes venenosas. Se prevé que el 2013 termine con 150, lo que representaría un incremento del 20 por ciento en comparación con el año pasado.
El toxicólogo se refirió al hecho de que mientras la mortalidad nacional es del orden del 5 por ciento, en el Atlántico es del cero por ciento en los últimos cuatro años.
En el Atlántico, tenemos que admitir que la gente ha aprendido cómo manejar los accidentes. Consultan rápidamente a los médicos, cosa que no ocurría anteriormente. Además, contamos con suficientes insumos para atender emergencias no solo del Atlántico sino de departamentos vecinos”, dijo.