A los hospitales del Meta no les reconocen las deudas

En la segunda entrega del especial “Crisis hospitalaria”, Meta, una región que sufre los rigores de la problemática.

Los enredos en las cuentas de la deuda entre las EPS y los hospitales públicos es la mejor forma de mostrar los males que padece nuestro sistema de salud.

El desgaste administrativo que exige aclarar dichas cuentas parece no importar  a las autoridades de distinto orden, la diferencia entre lo reportado por el prestador de servicios y por el asegurador es bastante significativa y parece un cuento de nunca acabar que  tiene distintas motivaciones.

Para el hospital reportar el valor total de lo facturado sin deducir las cifras glosadas o algunos pagos realizados puede ser cuestión de vida o muerte al momento de mostrar los indicadores financieros en materia de facturación mensual. Para la EPS reportar los menores valores posibles de cuentas por pagar podría representar la supervivencia de la entidad, a propósito del resultado del margen de solvencia.

Ni siquiera con la expedición de la Circular 30, mediante la cual prestadores de servicios y EPS informan al Ministerio de Salud las cuantías adeudadas, se ha logrado conciliar, mas bien cada uno de los actores mantiene la posición terca de tener la razón aun cuando la contundencia de los argumentos demuestre que hay subregistro o al contrario sobre estimación de las sumas.

Para citar un ejemplo, la Institución Hospitalaria de la media Colombia, como se le denomina al Hospital Departamental de Villavicencio, reporta que a marzo 31 de 2015, las EPS adeudan 158 mil millones de pesos, mientras que las EPS por su lado informan que la deuda asciende a 65 mil millones de pesos. Una diferencia de 93 mil millones enfrenta a estos dos actores del sistema de salud, sin que a la vista exista una solución posible.

Largas reuniones a instancias de órganos de control y del mismo Ministerio no logran conciliar los 40 mil millones de pesos que la ESE dice que le adeuda Caprecom, mientras la administradora del régimen subsidiado afirma que solo asciende la deuda a 22 mil millones.

Igual situación ocurre con la EPS Cajacopi, que dice adeudar un millón de pesos al hospital de Villavicencio, mientras el hospital afirma que son 22 mil millones de pesos. Algo similar ocurre con la Empresa social del estado de Villavicencio, que cobra a las EPS $19.800 millones de pesos  por prestación de servicios de primer nivel, mientras las EPS aseguran que solo deben pagar $4 mil millones de pesos.

El Hospital local de Castilla la Nueva padece del mismo mal, la ESE reclama el pago de $5 mil millones de pesos, mientras que las EPS reconocen adeudar $1.100 millones.

Mientras los hospitales del Meta siguen atendiendo los pacientes, transcurren reuniones de gerentes, auditores y abogados tratando de conciliar las deudas que nadie sabe a ciencia cierta a cuánto ascienden, ni mucho menos se explica la causa de tan grandes diferencias.

Esta es la relación deudas de las EPS con los hospitales del Meta: