Una alerta a los padres de familia en el Atlántico, lanzaron las autoridades de salud y de cuidado de la infancia en esta sección del país, por los reiterativos casos de accidentes caseros que han cobrado la vida de tres menores en lo que va del año y han puesto en peligro la vida de otros siete, sólo en las redes de hospitales públicos.
El caso más reciente se dio este fin de semana, cuando el niño de apenas 2 años, José De Alva, llegó en estado crítico del sector Villa Adela en Soledad, luego de haber ingerido gasolina envasada en un recipiente.
El menor está recluido en la Clínica Reina Catalina, confirmó el secretario de Salud del Atlántico, David Peláez.
La semana pasada, la noche del jueves murió la niña Yolis Muñoz, de 2 años, quien había resultado quemada en gran parte de su cuerpo, durante un accidente doméstico, en el municipio de Luruaco, cuando sus familiares manipulaban gasolina.
La niña había sufrido múltiples quemaduras de segundo y tercer grado, cuando se incendió la casa de sus abuelos.
Y en cuidados intensivos de la ESE Cari de alta complejidad de Barranquilla, permanece un pequeño de apenas 18 meses, quien por descuido consumió ACPM que estaba envasado en una botella de gasesosa.
El menor se encontraba junto a cuatro niños jugando en casa de sus abuelos sin la supervisión de un adulto en Soledad (Atlántico). Por ello, fue trasladado de urgencia a la sala de cuidados intensivos pediátricos (UCI) de la Ese Cari de alta complejidad donde sigue recluido.
También se reportó la semana pasada otro menor de 8 años quemado con agua caliente en Galapa.
El 6 de enero falleció un bebé de meses por haber ingerido ACPM también envasado en un frasco plástico de gaseosa.
Ramón Quintero, gerente del Cari reportó que los primeros días del año una niña de 7 años estuvo en peligro de muerte por caer sobre una botella de cerveza que se rompió cuando ella se la llevaba a su padre.
El secretario de Salud del Atlántico, David Peláez agregó que otro chiqullo perdió un ojo en el municipio de Soledad por manipular artefactos fabricados con pólvora. En el municipio de Candelaria, una niña quemada en su pierna derecha al pisar las brasas de un fogón casero. En Luruaco, un niño de 2 años sufrió quemaduras con café caliente, y otro de 16 meses, de Soledad, se quemó con una plancha.
Tapetes no asegurados, ventanas abiertas, productos tóxicos envasados en botellas de gaseosa o jugo, tanques de agua sin tapas y conexiones eléctricas sin seguridad, son tan solo algunas de las trampas mortales causantes de accidentes caseros.
Estos accidentes caseros son la tercera causa de muerte en Colombia y las principales víctimas son los menores de edad: en el año 2012, en el país murieron 289 niños por accidentes caseros.