La construcción avanza, mientras quieren convertir esos terrenos en el negocio inmobiliario más grande de América Latina.
Por considerar que es necesario mantener los predios de la Universidad Nacional para continuar con el desarrollo del proyecto del Hospital Universitario Nacional, la Asociación Nacional de Internos y Residentes, estudiantes de Medicina, ANIR, rechazó la decisión de la administración distrital y del gobierno nacional, de incluir dentro del proyecto de renovación del CAN predios de la Universidad Nacional.
El proyecto de renovación del CAN incluye terrenos que actualmente tienen uso dotacional para educación y pasarían a ser de uso mixto para comercio y servicios.
Se trata de 91.500 metros cuadrados del campus universitario, en donde actualmente se ubican el edificio Uriel Gutiérrez, el complejo Camilo Torres y el Campus Santa Rosa, lugar de la primera fase del Hospital Universitario Nacional y los terrenos para la construcción de su segunda fase.
Según ANIR han pasado 15 años donde los estudiantes de ciencias de la salud y otras áreas no contaban con un lugar propio para su formación, lo cual se superó con la Fase I del Hospital Universitario Nacional inaugurada recientemente, abriendo las puertas a gran cantidad de pacientes, estudiantes de pregrado y posgrado.
Por lo que agregan que “contrario a los intereses del distrito y la empresa de renovación urbana, es imperiosa la construcción de la Fase II del hospital en estos predios, para hacer de este un centro de alto nivel académico, desarrollo de investigación, protector de la salud y vientre de profesionales de calidad”.
La Asociación recalca que el proyecto de Hospital Universitario “contribuye no solo a la formación de más de 5000 estudiantes de áreas de la salud, sino que trabaja en la solución del déficit de camas hospitalarias en Bogotá. Además de proporcionar por su lugar estratégico en la ciudad cobertura a la población desatendida del occidente de la ciudad y central de atención de desastres”.
“De ahí que rechazamos rotundamente las intenciones de disminuir los predios sobre los que la Universidad Nacional tiene propiedad e invitamos a la comunidad universitaria y toda la población de Bogotá a defender los terrenos de la Universidad Nacional, y lo que estos representan para el desarrollo de la educación y la salud en Colombia”, dice ANIR en un comunicado.
Según ANIR el Distrito está interesado en convertir estos terrenos en parte del negocio inmobiliario más grande de América latina, con un costo calculado en más de 12 billones de pesos.