Barranquilla.- Muy preocupado se mostró el superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal, durante su visita a hospitales de Barranquilla y el Atlántico, tras constatar que casi 60% de la población atendida en la red pública proviene de Venezuela, lo que ha agudizado la crisis financiera de estos centros asistenciales.
“Estamos no solo saturando los hospitales, sino que les estamos generando una afectación financiera grave; desafortunadamente la población venezolana sigue llegando de una manera desbordada y hay que recibirlos y seguir atendiéndolos, pero ya es hora de tomar medidas tenemos que preparar a los hospitales, a los de frontera y el resto porque ya la situación es igual en todo el país”, dijo el funcionario tras poner de ejemplo el hospital Niño Jesús de Barranquilla, donde un 60% de las atenciones se prestan a población migrante.
“Este hospital necesitaría de mil a mil 500 millones de pesos mensuales fijos adicionales solo para seguir atendiendo a los venezolanos, de lo contrario el hospital colapsará y ese es el temor del sector”, indicó.
Los casos de los hospitales San José de Maicao y Erasmo Meos de Cúcuta, son ya críticos, donde hay una sobreocupación del 300%.
Para solventar o paliar la problemática, el Supersalud propone alternativas. Dado que el tema es financiero, hizo primero que todo un llamado solidario a las empresas aseguradoras (EPS), no solo para que paguen las deudas que mantienen con las ESE, sino que además contraten sus servicios. “Que ayuden a la red pública que le paguen y que contraten, que no pongan barreras de acceso, si pagan oportunamente podríamos soportar esta población, pero si no, no estamos haciendo nada”, sostuvo.
Reveló que también ha pedido al Gobierno nacional la descertificación de la deuda que tiene el Gobierno con el sector asegurador. “Eso quiere decir que la deuda que está pendiente de pago en la ADRES a las EPS y en los entres territoriales se les cancele para que a su vez le respondan a los prestadores”.
Considera además el Superintendente que el Gobierno debe reconocer el deterioro del sector y finalmente admitió que urge la apropiación de más recursos.
Fue claro al advertir que si al tema migratorio se le suma la problemática de la EPS Medimás, que demandará el traslado a otras EPS de al menos 3 millones de usuarios, resulta aún más necesario adoptar medidas de choque.
“Si llegáramos a sacar a la población de Medimás afectaríamos a las otras EPS, que ya de por sí tienen con déficit por el no pago del No POS que está a cargo del Estado, por eso hay que pagar esos recursos y mejorar sus indicadores de solvencias”, añadió Aristizábal.
Por último recordó que hay 20 millones de colombianos afiliados a EPS que tienen medidas de vigilancia especial de la Supersalud; otras 22 que tienen restricciones para la afiliación, lo cual demanda un esfuerzo de aquellas que mejor desempeño tienen.
El Superintendente estuvo acompañado en su visita por el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, el secretario de Salud, Armando de la Hoz y los gerentes de los hospitales que visitó.