El acercamiento de la población a los servicios de salud que ofrece la red pública y la recuperación de la confianza en las entidades que por años se ganaron el desprestigio de sus usuarios, es quizás el mayor logro de las últimas administraciones del Distrito de Barranquilla, tras implementar un modelo de salud basado en la optimización de la Atención Primaria en salud.
Así lo consideran expertos en el tema quienes al admitir que hace falta camino por recorrer, lo andado ha servido para transformar no solo la imagen, sino los indicadores en salud de la ciudad de Barranquilla.
Luis López Salazar director de la IPS universitaria sede Barranquilla, que opera la red pública, asegura que la estrategia de atención primaria en salud reposa en cuatro pilares: el primero de ellos es el contacto casa a casa que hacen los llamados caminantes de la salud; el segundo es la identificación de los factores de riesgo y el estado de morbi mortalidad que pueda tener la comunidad conocido a través del levantamiento de información; un tercer pilar es el ingreso de los usuarios a los programas de prevención que se desarrollan en los PASOS y Caminos. Y un cuarto componente corresponde al trabajo mancomunado que se desarrolla con las EPS para que se involucren con el modelo.
“La Atención Primaria en Salud no tiene que ver únicamente con la prevención, sino con la atención adecuada y oportuna en cada uno de los niveles de prestación sean de baja o alta complejidad”, indicó, al destacar que paralelamente la IPS ha redoblado los esfuerzos en contar con equipos de alta tecnología en cada uno de los niveles que opera.
La implementación del modelo arrancó en el 2008 cuando el entonces alcalde de Barranquilla, Alex Char se arriesgó a darle un vuelco total a la forma como se venían prestando los servicios de salud en la ciudad. Así nacieron los Pasos (Puntos de Atención en Salud Oportunos) y Caminos (Centros de Atención Médica Integral Oportunos), estos últimos con el acompañamiento de hospitales. En total la administración distrital invirtió cerca de 125 mil millones de pesos en la adecuación de esta infraestructura que le permitió a la ciudadanía contar con un puesto de atención en salud cercano.
Este mejoramiento locativo estuvo acompañado de la figura de los caminantes, que básicamente son unos promotores de salud.
Los resultados dan cuenta de la reducción significativa en enfermedades y el mejoramiento de indicadores de salud pública, como la cobertura universal, aumento en coberturas de vacunación, reducción en tasas de mortalidad infantil y materno infantil y accesibilidad a los servicios principalmente.
Sin embargo, aún faltan cosas por mejorar. Por lo menos eso considera el decano del programa de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte, médico Hernando Baquero.
“Hemos mejorado ciento por ciento, porque es que antes no teníamos prácticamente nada. Se recuperó la dignificación del paciente, mejoró la oportunidad, la calidad del servicio y por supuesto los indicadores de salud así lo evidencian, antes ni siquiera teníamos información confiable”, afirma.
No obstante insiste en que hay que trabajar con mayor ahínco en los determinantes de la salud, para contar con mejores vías, servicios públicos, saneamiento básico, espacios de esparcimiento, y mejorar la seguridad, que son factores que impactan en la salud de los barranquilleros.
Pero Baquero va mucho más allá y llama la atención en que en general el sistema de seguridad social del país debe enfocar su razón de ser en mantener sana a la población colombiana y no poner sus mayores esfuerzos y recursos en el tema asistencial curativo.
Por ejemplo, de manera tajante señala que el modelo que hoy se implementa en Barranquilla y que además ya existía en países como Cuba, debe funcionar, pero tiene una perversidad y es que los caminantes los maneja la misma IPS Universitaria. “Ellos deberían trabajar de manera independiente porque técnicamente hablando, el operador estará más interesado en el mayor pago que el sistema le hace por evento, que por el menor pago que se hace por el trabajo de los caminantes. Es como si a mí me contrataran para evitar accidentes de tránsito y trato de controlar el consumo de licor, pero al mismo tiempo me dan a manejar con mayor pago, el taller de mecánica donde llevan los vehículos siniestrados, eso es una perversidad”, alegó. No obstante no desconoce los avances.
Ya Barranquilla había logrado en décadas anteriores consolidar una estrategia similar con promotores de salud. En la década del 90 la estrategia que se llamó UNI se basaba en el trabajo mancomunado entre los servicios públicos de salud, la comunidad y la Universidad del Norte. El proyecto focalizó 15 barrios del suroccidente y consiguió aproximar a la población a estos servicios.
Hoy día, incluso por recomendación de organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, la atención primaria en salud, de la mano de la articulación de los distintos niveles de atención, buscan enfatizar en la prevención, más que en la asistencia curativa.
Edgar Navarro Lechuga, director del Departamento de Salud Pública de la Uninorte, advierte a su turno que la base fundamental de esta atención primaria en salud se consolida en la medida en que la gente participe más en su autocuidado, involucrándose aún más en las decisiones y en la vigilancia del sistema.
La Ley 1438 expedida por el Ministerio de Salud ordena implementar en todo el país laatención primaria en salud como modelo de prestación del servicio, pero aún no se ha normado, no se ha dicho cómo se desarrollará el tema y ahí estamos estancados, pro eso estoa experiencia de Barranquilla y de otras ciudades son tan valiosas, pero aún no se lleva a cabo en todo el territorio nacional”, señala.
El ahorro
En cuanto a los recursos que podrían ahorrarse si el Estado hiciera lo posible por aplicar este modelo, todos coinciden en que serían muchos.
“Es mucho más rentable atender de manera oportuna a un paciente tomando como base esta atención primaria, que tener que atender gente a costos mucho más elevados en una unidad de cuidados intensivos, donde además no sabemos si se va a recuperar”, dijo el director de la IPS en Barranquilla.
Y añadió que existen datos que demuestran que alrededor del mundo se invierten en intervenciones asistenciales casi el 70 por ciento de los recursos de la salud, que al compararlos con el porcentaje de la calidad de vida que se logra recuperar, solo alcanza el 10 al 15 por ciento. Mientras que con apenas una inversión del 20 al 25 por ciento en actividades de atención primaria se logra impactar la satisfacción en salud en un 80 por ciento.
Lo mismo opina el decano de Ciencias de la Salud de la Uninorte. “Lo que debe intentar un Estado con su sistema general de seguridad social es que la gente permanezca más tiempo sana porque si está sana puede trabajar y generar recursos que se revierten en los impuestos, peor desafortunadamente en el modelo que hoy tenemos planteado ocurre todo lo contrario, a las EPS les interesa el cobro de los eventos”, afirma Hernando Baquero.
Por lo pronto, los indicadores respaldan lo hecho en Barranquilla y así lo ha dicho la secretaria de Salud, Alma Solano, quien ratifica que seguirán apostándole a este modelo.