Medellín.- Con la aplicación de Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), no sólo se logran mejorar los indicadores en salud como disminución de mortalidad de niños menores de 5 años, sino que la comunidad siente el trato humanizado del médico, lo cual la estimula para acogerse a la iniciativa y seguir las indicaciones al pie de la letra.
Así lo manifestó Alexandra García, consejera Territorial de Salud de la comuna 3 (Manrique, nororiente de Medellín) en desarrollo del encuentro con Líderes comunitarios e institucionales, efectuado en la UVA (Unidad de Vida Articulada) La Alegría del barrio Santa Inés, organizado por la Corporación Universitaria Remington.
“Usted llega a un consultorio médico y se siente una silla más, pero cuando usted recibe un ‘buenos días’ o ‘cómo se siente’, ‘cuénteme de su dolor’ y esa persona (el galeno) humaniza y lo toma como a un ser humano, el medicamento que le manda va a ser milagroso porque uno siente que alguien lo escuchó”, aseveró la líder.
Los habitantes beneficiados con el MIAS están muy contentos con el Modelo e incluso, los jóvenes lo han acogido favorablemente en esa comuna. Un ejemplo de esto es la planificación familiar, pues muchos adolescentes al escuchar las charlas sobre salud sexual y reproductiva han ido tomando conciencia de la importancia de tener sexo responsable y que tienen autonomía para decidir cómo proteger su cuerpo como seres humanos que son.
Alexandra García lidera un grupo juvenil, donde se dictó una conferencia del MIAS. Una integrante a la que le pusieron el implante anticonceptivo en el brazo expresó que esta medida es importante ya que aunque ella no quiere tener relaciones sexuales todavía, no está exenta de una violación y no le gustaría tener un hijo de un desconocido, ni cogerle rabia a ese nuevo ser.
En el Encuentro estuvo Gina Tambini, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Colombia, quien felicitó a los diferentes actores como la Secretaría de Salud de Medellín, la academia y la E.S.E. Metrosalud por trabajar mancomunadamente en los territorios con los líderes comunitarios y la población. “Es la mejor forma para poder ser sostenible el esfuerzo que tienen las autoridades sanitarias en un territorio y sobre todo con una fuerte participación de la comunidad”.
La delegada internacional destacó que Colombia es líder en la iniciativa de municipios saludables como Versalles (Valle de Cauca) y Paipa (Boyacá), aunque ella reconoció que hay otros donde se le ha dado un lugar importante al bienestar de los habitantes.
Asimismo, Tambini anotó que los países de la región han acogido el Acuerdo de Alma Ata de 1978, donde se determinó aplicar la Atención Primaria en Salud (APS), la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud (PyP).
Por su parte, la secretaria de Salud y Protección Social de Medellín, Claudia Elena Arenas Pajón reiteró que el reto más grande con el MIAS es que haya corresponsabilidad. Esto quiere decir, que cuando le dé alguna recomendación o indicación el profesional de la salud al paciente, esta persona sí haga caso. “A veces cuando uno tiene la posibilidad de identificar el riesgo en un momento temprano, puede tener un manejo mucho mejor y le podemos dar una ayuda mucho más fácil para que no llegue a una enfermedad”, anotó la servidora pública.
Entre tanto, el gerente de Metrosalud, Leopoldo Giraldo iteró que la entidad se siente identificada con el MIAS como operador de la iniciativa, ya que es parte de su quehacer. Además, esta E.S.E. tiene 52 puntos de atención con lo cual se llega más fácilmente a la comunidad con programas de PyP.
“Yo diría que el ejercicio es muy bueno para avanzar en los procesos de apropiación de la comunidad de esas situaciones, pero que la comunidad también valore una forma de atención distinta. A veces pedimos ‘deme un hospital’, ‘deme un centro de salud’, cuando posiblemente la solución a nuestro problema de salud esté allá, en otras partes, en otros espacios, en otros momentos que tienen que ver más con acciones de gestión del riesgo de las personas, más que atender la enfermedad”, afirmó el Gerente.
A su turno, Juan Eduardo Guerrero Espinel, coordinador del Programa de Salud Familiar y Comunitaria de Uniremington explicó que principalmente el equipo trabaja en la Comuna 3, pero también adelanta acciones con Metrosalud en las comunas Belén, Castilla, Doce de Octubre y San Javier.
Estudiantes de diferentes semestres de la Facultad de Ciencias de la Salud (Medicina, Regencia de farmacia, Nutrición y dietética, y Enfermería) ejecutan labores de PyP, se imparte educación a la población en asuntos de salubridad y se orienta a quienes requieren algún servicio de salud para que tengan una ruta clara.
En términos generales a los jóvenes como misión médica los han respetado a lo largo de más de dos años que llevan acudiendo a los barrios. Como algo excepcional una estudiante fue asaltada recientemente en la zona de San Blas.
“Hemos conversado con los diferentes líderes comunitarios y se han comprometido en seguir protegiendo el trabajo que estamos haciendo. A pesar de que tuvimos ese incidente, lógicamente merma un poquito la confianza en las comunidades, hemos logrado elevar el nivel de confianza para trabajar en el lugar, vamos a continuar trabajando con la comunidad”, sostuvo el directivo.
Para el Coordinador del Programa de Salud Familiar y Comunitaria el reto más importante es lograr que en las próximas administraciones municipales el programa intersectorial tenga continuidad para que dé resultados en el mediano plazo.
“En la medida que esto vaya creciendo, mayor debe ser el compromiso de las universidades en Medellín para poder apoyar ese tipo de esfuerzos”. La iniciativa se presentó a otras instituciones de educación superior del país y del exterior con el fin de que sigan este ejemplo, puntualizó Guerrero Espinel.