Argumentando que “La calidad del aire es una de las principales preocupaciones a nivel mundial, debido a su gran impacto en la salud de los habitantes, el medio ambiente, los cultivos y el deterioro de la infraestructura”, el representante a la Cámara por la Coalición Alternativa, Javier Díaz Plata, radicó ante la Secretaría del Congreso, el proyecto de ley que establece los lineamientos a seguir para la compra de busetas y buses eléctricos de transporte público.
En su exposición de motivos señala que “algunos de los contaminantes nocivos que se encuentran en el aire, como el óxido de nitrógeno y el material particulado, provienen principalmente de fuentes móviles como los vehículos operados mediante diésel, y según World Wildlife Fund (WWF) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aproximadamente una cuarta parte de las emisiones globales de C02 tienen su fuente en el transporte de bienes y personas, lo cual pone a la movilidad como uno de los principales desafíos en el tema ambiental y social”.
Y agrega Díaz Plata que varios países se han sumado a esta iniciativa de cambiar la forma en la que nos transportamos y comercializamos; por ende, han logrado implementar mecanismos que permiten incorporar medios de transporte amigables con el ambiente al mismo tiempo que lideran campañas de educación concientizando a la población sobre los efectos nocivos del transporte tradicional para la salud, el aire y el calentamiento global.
“Con relación a América Latina, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se cuenta con las condiciones ideales para que los autobuses eléctricos ofrezcan sus mayores beneficios en términos de reducción de emisiones, dada la matriz de energía relativamente limpia de la región, el potencial para desarrollar más energía renovable y el mayor uso de autobuses por persona en el mundo.
“Si se logra expandir la movilidad eléctrica lo suficiente para cumplir con el escenario de 2 grados, se lograría una reducción de más de 1.500 millones de toneladas de C02 y un ahorro de combustible de casi 85.000 millones de dólares hasta el 2050, según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, ONU Medio”.
De hecho Chile cuenta con una de las flotas de transporte eléctrico más grande después de China, integrada por 200 autobuses provenientes de este país, equipados con asientos acolchados, conexión WI-FI, aire acondicionado, cargadores para celulares, cero emisiones de gases contaminantes y bajos niveles de ruido, lo cual disminuiría en al menos dos decibeles la contaminación acústica de Santiago de Chile.
Explican los considerandos que en Colombia, según el director general del Grupo Enel, el bus eléctrico de TransMilenio (Bogotá) que se puso en circulación como un proyecto de la empresa, para mediados del año 2018 había transportado a más de 188.000 pasajeros y recorrido más de 35.000 kilómetros, esto deja un saldo positivo al medio ambiente sacando de la atmósfera cerca de 57 toneladas de CO2.
A esto se suma el proyecto de taxis eléctricos, mediante los cuales se ha logrado evitar la emisión de más de 2.000 toneladas de CO2 en lo que llevan de funcionamiento7. Sin embargo, para la ciudad de Bogotá se perdió la oportunidad de que la mitad de la flota de Transmilenio por renovar (1.422 buses) estuviera cubierta por buses cero emisiones, mientas en Cali y Medellín se adelantan esfuerzos por incorporar los motores eléctricos amigables con el medio ambiente al incorporar 26 y 55 buses, respectivamente, a las rutas del transporte público para el 2019.