En los procedimientos de cardiología intervencionista, a diferencia de la cirugía, que requiere una herida y abrir el tórax para llegar al corazón, se introduce un catéter por una arteria de la pierna o del brazo. El catéter siguiendo el trayecto de la arteria accede al corazón y por esta vía se realiza el procedimiento terapéutico.
Dado que este tipo de procedimientos no implica cirugía a corazón abierto se consideran cirugía mínimamente invasiva.
Los procedimientos intervencionistas por medio de catéteres se realizan para tratamiento de la enfermedad ateroesclerosa de las arterias coronarias. Enfermedades de las válvulas cardiacas, enfermedades congénitas del corazón, y enfermedades de las arterias periféricas (Aorta, carótidas, extremidades inferiores, arterias renales).
Teniendo en cuenta que una de las principales causas de muerte en Colombia es la enfermedad cardíaca isquémica, y que cambiar el panorama depende no solo de prevención, cuyo resultado se verá a mediano plazo, sino de la atención adecuada y oportuna, varios médicos cardiólogos en el país han cuestionado las glosas que vienen aplicando las EPSs a estos procedimientos de cardiología, por una supuesta evaluación de un par evaluador, sin que se conozca nombre del colega ni el análisis realizado para negar una atención que ya se prestó.
El médico cardiólogo Juan Senior, ex presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna ACMI se pregunta si acaso no es obligatorio revelar el nombre de los evaluadores.
Incluso el asunto es aún más grave, porque implica la atención de casos emergentes, por ejemplo infarto de miocardio, con utilización de recursos e insumos costosos, que luego se niegan por la opinión de una persona sentada en un escritorio, advierte otro de sus colegas vía twitter y llaman la atención de la Superintendencia nacional de Salud.