Lo que para nuestros abuelos habría significado “la perdición” hoy es una alternativa legal para tratar ciertas patologías. El día de hoy en el municipio de Corinto, en el norte del Cauca se cayó la “satanización” de nuestros ancestros con el lanzamiento de Caucannabis, la primera marca de producción y comercialización de la marihuana medicinal colombiana.
Caucannabis es una cooperativa de 52 indígenas y campesinos productores y cultivadores de cannabis, de los municipios Corinto, Miranda, Caloto, Toribío y Jambaló, al norte de Cauca, quienes se reunieron con las autoridades nacionales y departamentales para motivar la producción de productos a base de marihuana en el país, teniendo en cuenta que ya se otorgó la primera licencia para dicho proceso.
En su intervención, el alcalde del municipio Corintio, Eduard Fernando García, expresó que ese territorio ha padecido lo que hoy ha sido la guerra por los cultivos ilícitos. “Hemos sido un municipio con presencia de cultivos de marihuana, pero hoy le estamos diciendo al país que esa marihuana que se ha sembrado para uso recreativo, hoy la podemos plantear como un modelo de cannabis medicinal o marihuana medicinal”.
El mandatario propuso al Gobierno Nacional la legalización de las hectáreas de cultivos para producir medicamentos bajo un proyecto piloto denominado “Manejo Integral y Alternativo del Cultivo de Cannabis” en estos cinco municipios del Cauca.
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria afirmó su respaldo en los esquemas cooperativos que se encuentran en el marco de la nueva ley basada en un proceso de licenciamiento para las semillas, cultivos, fabricación y eventualmente, la exportación.
“Aquí estamos para apoyarlos en este proceso de licencias. El compromiso que hicimos desde el Ministerio de Salud y el Ministerio de Justicia, es acompañar a las comunidades, sobretodo en la asesoría jurídica que necesitan para obtener esta licencia”, dijo el Ministro de Salud.
Reiteró también que desde esa cartera se van a respaldar las etapas del proyecto en las áreas de investigación y ciencia, respaldados por la Universidad Nacional, y de productividad, donde convergerán las autoridades departamentales y locales.
Según el alcalde García, la aprobación de estas licencias generaría un desarrollo económico y social para el norte del Cauca, región que produce el 50 % de la marihuana ilícita en Colombia. “Buscando generar impacto positivo en los índices de violencia, propiciando un nuevo escenario de postconflicto, aportando a la paz y a la transformación e investigación científica del cannabis”.
Por su parte, el asesor del ministro de Salud y una de las cabezas que han estado frente a este proyecto, Juan Diego Álvarez, destacó que se ha tenido muy presente en no desperdiciar el conocimiento que tienen los pequeños productores del país sobre la planta y que estas organizaciones asociativas permitirán que el cannabis medicinal no sólo sea oportunidad para los pacientes que lo necesiten sino también una “oportunidad económica” para alcanzar un justicia histórica en regiones impactadas por el conflicto armado.
El ministro de Justicia, Jorge Londoño habló de la justicia como algo que va más allá de las leyes y que va ligada a la salud, la educación y la igualdad de la comunidad. “Es un paso importante para la historia del país porque puede que encontremos formas de sustento en proyectos legales de cannabis con fines medicinales”.
Finalmente, Ordoñez enfatizó en la importancia del proyecto para que las empresas extranjeras con licencias de fabricación y producción, utilicen materia prima producida en el norte del Cauca.
Los procesos de judicialización de los pequeños productores serán estudiados con los representantes del Congreso de la República.