La semana pasada se notificaron 1,1 millones de nuevos casos de Covid-19 y más de 25.000 muertes conexas en la Región de las Américas. Después de semanas de estabilización e incluso de disminución de las cifras, el número de casos de Covid-19 está aumentando nuevamente en todas las subregiones a excepción de América del Norte.
“Colombia presenta la tasa de infección más alta de América del Sur. En ciertas zonas del país casi se ha triplicado el número de nuevos casos”, indicó Carissa Etienne, directora de la OPS.
En Estados Unidos, Canadá y México se está notificando una disminución generalizada del número de casos y muertes, aunque sigue habiendo algunos focos críticos en Canadá, en las provincias de Manitoba, Terranova y Labrador; y en México, en los estados de Quintana Roo y Baja California.
En Centroamérica se están notificando las cifras más altas de muertes hasta la fecha, y un tercio de los pacientes hospitalizados están en las UCI. Al mismo tiempo, la propagación del virus se acelera en Panamá, Belice y El Salvador, donde se ha duplicado el número de casos de Covid- 19 en los últimos siete días.
Más al sur, Colombia presenta la tasa de infección más alta de América del Sur. En ciertas zonas del país casi se ha triplicado el número de nuevos casos. En Brasil también está aumentando el número de nuevos casos y de hospitalizaciones. La tendencia es especialmente aguda en algunos estados del noreste, donde la ocupación hospitalaria supera 90% de su capacidad.
Uruguay, Argentina y Chile también están en alerta, ya que continúan notificando un aumento de los casos.
También se están notificando picos de casos en muchas de las islas del Caribe, entre ellas San Martín, Trinidad y Tabago, y República Dominicana.
La situación de Haití
“Me preocupa especialmente la situación en Haití, donde se está informando un aumento drástico en el número de casos, hospitalizaciones y muertes en las últimas semanas. Aunque los datos oficiales son limitados, el riesgo es muy alto debido a la gran presión que ya enfrentaba el sistema de salud de Haití por los picos de casos y por la reducción del número de camas de hospital para pacientes con Covid-19 respecto al año anterior”, señaló.
En el país caribeño ya se han identificado dos variantes que son motivo de preocupación, mientras la población general hace caso omiso en gran medida de las medidas de salud pública necesarias para detener la transmisión.
La OPS está trabajando con el Ministerio de Salud para ampliar la atención y aumentar los suministros para los pacientes con la infección, así como para aumentar el equipo de protección personal que permite a los trabajadores de salud hacer su trabajo de manera segura.
Otra de nuestras máximas prioridades a la hora de colaborar con el Gobierno de Haití es reducir la transmisión del SARS-CoV-2 ampliando la realización de pruebas diagnósticas para que el gobierno pueda detectar y aislar los casos, y poner en cuarentena a aquellos que han estado en contacto con personas que tengan la infección.
“Hacemos un llamamiento a los asociados y las organizaciones que trabajan en Haití para que refuercen urgentemente la respuesta a la Covid-19. El país necesitará una mayor capacidad de salud, así como apoyo para adoptar las medidas preventivas necesarias para frenar la transmisión, y ambas cosas serán fundamentales en las próximas semanas”, anotó la directora de la OPS.
Desde que comenzó el año, se ha observado un rápido aumento del número de casos. Tan solo en los cinco primeros meses del 2021, tanto el número de casos como el de muertes casi se han duplicado en la Región.
El optimismo no resolverá esta crisis. Necesitamos acciones. Así que permítanme recordarles lo que hay que hacer para detener este brote.
En primer lugar, se necesita un liderazgo eficaz. Esta pandemia nos ha mostrado una y otra vez que la eficacia de la respuesta de un país depende de su liderazgo.
Se propaga la desinformación
Por desgracia, hemos visto cómo se propaga la desinformación sobre la Covid-19 en toda la Región, a menudo en el contexto de disputas políticas, y esto ha sembrado dudas sobre las medidas de salud que se ha demostrado que funcionan.
Al fomentar controversias innecesarias, nuestros líderes envían mensajes contradictorios a la población y obstaculizan la aplicación de medidas eficaces para controlar el virus. Debemos unirnos para detener este virus, y esa debe ser nuestra máxima prioridad.
En segundo lugar, es urgente ampliar el acceso a las vacunas. En esta crisis, las vacunas efectivas representan una luz de esperanza, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para obtener más dosis para todos los países de la Región de las Américas. Estamos muy lejos de lograr este objetivo, especialmente en los países de ingresos bajos que todavía tienen dificultades para proteger a los trabajadores de salud y a las personas más
vulnerables.
El Mecanismo Covax ya ha entregado alrededor de 17,6 millones de dosis en la Región, pero el progreso sigue rezagado en comparación con el avance de la pandemia. La solidaridad regional, incluida la donación de dosis, será fundamental para superar la escasez actual de vacunas. Las vacunas salvarán vidas y evitarán futuras olas, pero para responder al brote actual tendremos que emplear las herramientas que tenemos a mano.
Y por último, permítanme recordarles que la mejor manera de salvar vidas en este momento es aplicar las medidas de salud pública.
En un momento en el que no podría ser más importante quedarse en casa y cumplir las medidas de salud pública que se ha demostrado que funcionan, está ocurriendo todo lo contrario.
Los datos sobre movilidad en toda la Región muestran que este es el momento de la pandemia con mayor número de desplazamientos dentro de los países y entre ellos. Este aumento de la movilidad, unido a la relajación prematura de las medidas de salud pública, crea un entorno perfecto para que el virus y sus variantes se propaguen. Sin embargo, sabemos cómo detener este virus.
La OPS está haciendo todo lo que está a su alcance, y seguirá haciéndolo, para apoyar la respuesta a la pandemia en la Región de las Américas, con la ciencia y la solidaridad como pilares.
“Sin embargo, no podemos hacerlo solos. Necesitamos que los líderes prioricen las decisiones necesarias para frenar por completo este virus. Y necesitamos que todas las personas sean conscientes de que sus decisiones personales no solo las protegerán a ellas y a sus seres queridos, sino que también determinarán el destino de la Región en los próximos meses”, concluyó Etienne.