Un total de 71.300 afiliados de Coomeva empezaron a ser trasladados a otras EPS debido al retiro de esa empresa aseguradora de 749 municipios en todo el país.
Esa es una de las decisiones que tomó la junta directiva de la EPS para lograr el saneamiento de la causal de disolución por pérdidas, que enfrenta la entidad, una de las más importantes del sector salud.
Directivas de la organización explicaron que la cesión de población solo se adelantará en aquellas localidades donde la EPS cuenta con un bajo número de afiliados: “Lo que estamos haciendo es encontrarle una salida a la viabilidad de la EPS. Y agregaron que reduciendo significativamente el número de usuarios podrán concentrarse en pocos municipios y pasa de ser una compañía nacional a una de orden regional, concentrada principalmente en el Valle del Cauca.
La entidad presentó al Gobierno nacional a través de la Superintendencia Nacional de Salud un plan de recuperación el cual se divide en dos grandes bloques: uno que pretende mejorr el modelo de atención, fortaleciendo los primeros niveles para disminuir las tasas de uso, incidiendo en los costos e interviniendo en los costos con los prestadores. Y otra relacionada con las condiciones externas, en donde es urgente conseguir liquidez y por eso sus directivas proponen al Gobierno que les concedan líneas de crédito respaldadas con la deuda del Fosyga.
Actualmente el Fosyga le debe a Coomeva $750.000 millones, pero a su vez Coomeva le debe a los prestadores del servicio $500.000 millones. La Supersalud aún no se ha pronunciado sobre el plan, pero sí la EPS está lista para dentro de poco iniciar el traslado de usuarios a otras prestadora.
Los estados financieros de Coomeva, indican que esta entidad presenta una insuficiencia patrimonial de $8.419.591.805. Según el dictamen de Revisoría Fiscal, el patrimonio social de la entidad se ha reducido por debajo del 50% del capital suscrito, lo que coloca a Coomeva en causal de disolución.
Usuarios: los que llevan del bulto
No obstante, la entidad no ha explicado cómo piensa dar soluciones concretas y tangibles y reales a la problemática que tienen que padecer los usuarios del sistema, que son a quienes les toca soportar la crisis.
En Barranquilla, por ejemplo, la secretaria de Salud distrital, Alma Solano calificó de insostenible la situación que vienen padeciendo los cerca de 300 mil afiliados de la EPS Coomeva, debido a la negación de las distintas IPS de la ciudad a prestarles los servicios médicos por la falta de contratación entre la EPS y esas entidades.
El panorama es tan caótico, que esta mañana el periodista del programa radial Atlántico en Noticias Jorge Cura, aseguró que de buena fuente supo que una sola clínica de la ciudad está atendiendo a los pacientes de Coomeva.
La EPS ha sido objeto de innumerables quejas que están referenciadas por la misma Personería Distrital, desde hace varios meses, pero la situación se agudizó este principio de año debido a que la organización no ha renovado contratos con las IPS, las que a su vez se niegan a hacerlo por la abultada cartera que les adeuda Coomeva. Los perjudicados, como es de esperarse son los afiliados, a quienes les ha tocado hasta ver morir sus familiares por la negación a la atención.
“Todos los días la Secretaría de Salud recibe quejas de los usuarios contra las empresas prestadoras del servicio, pero el tema de Coomeva ya se nos escapa de las manos, y se repite en el resto del país”, dijo Solano.
La funcionaria anunció que nuevamente reportará ante la Superintendencia Nacional de Salud los casos para que se tomen cartas en el asunto desde el nivel central.
Pero mientras esto ocurre en Barranquilla, en Cartagena se conoció el caso de una menor de un año, que necesita urgentemente que le continúen su tratamiento contra un cáncer por parte de la EPS Coomeva y no ha sido posible.
Según los padres de la niña, una vez realizadas las cirugías a la que fue sometida, es preciso que Valeria Sofía permanezca en control y se le garantice el acceso a las sesiones de quimioterapia, medicamentos, exámenes y demás tratamientos que necesita, lo cual ha desconocido Coomeva EPS.
“La última quimioterapia de Valeria fue el 19 de marzo y la siguiente estaba para los primeros días de abril, el mes se acabó y no se la hicieron. Coomeva dio la orden, pero cuando llevamos a la niña a la clínica Blas de Lezo nos devolvieron explicándonos que no tienen contrato con esa EPS. Regresamos a Coomeva y la gran respuesta que nos dan es que ellos están autorizando el servicio, ¡claro! así se lavan las manos, porque ni que nos manden para Europa nos atienden, si no existen los contratos con la EPS”, alega la madre de la niña.