Roma.- La imposibilidad de regresar a las clases luego de superar una leucemia ha reabierto el debate sobre la vacunación. Se trata de un niño de ocho años de edad que luego de curarse el cáncer no puede volver a sus actividades académicas pues un grupo de compañeros no están inmunizados, lo que representa un riesgo en la salud del joven debido a sus niveles inmunológicos que recién empiezan a levantarse.
En diciembre el niño terminó el ciclo de quimioterapia y los médicos temen que pueda contraer algún virus que baje más sus defensas. Para evitarlo, prohibieron que asista a su colegio.
La recomendación de los expertos ha indignado a su familia y ha causado revuelo en el país entre simpatizantes de la vacunación y quienes alegan que la aplicación de dosis inmunológicas no es necesaria en el organismo.
En declaraciones ofrecidas a la televisora Sky, la madre del niño asegura que el colegio tiene una población de, al menos, 100 niños de los cuales 24 no están vacunados. Mientras que en el salón de clases hay al menos cinco niños que no están inmunizados contra enfermedades como sarampión y varicela.
Hacer obligatorias las vacunas
En el año 2017 Italia registró 5.402 casos de sarampión en Italia y contabilizó 4 muertes y incremento frente a los 862 que se reportaron en el 2016, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.
Ante esto, el gobierno del Partido Demócrata promulgó una ley que obliga a los padres a vacunar a los niños con 10 vacunas: contra la polio, la difteria, tétanos, hepatitis B, tos ferina, la Haemophilus B, el sarampión, la rubéola, las paperas y la varicela. Sin embargo, la obligatoriedad de la inmunización tiene dos años de vigencia por lo que los niños nacidos en años anteriores no necesariamente tienen las dosis requeridas.
En Italia, el movimiento antivacunas ha ganado terreno por considerarse que va en contra de los intereses de las grandes industrias farmacéuticas del mundo.
Nicola Zingarettim consejero regional de Salud de Lacio, región en la que vive el niño que no puede asistir a clases por el riesgo de contagio, ha considerado que la normativa de no asistir al colegio debe aplicarse a la inversa. “Quien no se ha vacunado no debería poder ir a la escuela”, afirmó. Tales declaraciones han abierto un debate sobre los derechos de los niños y jóvenes así como la necesidad de estar protegidos.