Salud Mental y ayuda psicológica en el marco de la renegociación del Proceso de Paz y la discriminación social.
En medio de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, la falta de información y conocimiento de las enfermedades mentales continúa generando en el 2016 discriminación y estigmatización frente a las personas que las padecen. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud –OMS-, 1 de cada 4 personas en el mundo padece de alguna alteración psíquica a lo largo de su vida.
Es preciso indicar que, cuando se habla de enfermedades o trastornos mentales, se hace referencia a alteraciones como la depresión, demencia, autismo, trastorno afectivo bipolar y psicosis como la esquizofrenia; afectando esta última a más de 21 millones de personas en el mundo.
Primera Ayuda Psicológica
Este año, la jornada del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra el 10 de octubre está dedicada a la primera ayuda psicológica. Este día, los esfuerzos se enfocarán en apoyo psicológico pragmático básico para las personas que se encuentran en un papel de ayuda, ya sea que se trate de personal sanitario, maestros, bomberos, trabajadores comunitarios, o policías.
La OMS dio a conocer que la primera ayuda psicológica cubre tanto el apoyo psicológico como social. Así como la atención de salud general nunca consiste en solo primeros auxilios físicos, del mismo modo ningún sistema de salud mental debe consistir en solo la Primera Ayuda Psicológica.
Salud mental en el Proceso de Paz
En contexto con la situación que enfrenta Colombia después del resultado del plebiscito que negó la refrendación de los acuerdos de paz, es importante indicar que materia de salud mental, el fin del conflicto armado en Colombia representaba creación de planes de reparación individual y colectiva para la rehabilitación psicosocial, fortaleciendo el acceso a estos servicios, teniendo en cuenta la falta de profesionales especializados, por lo que el camino que tomen los acuerdo definirá aspectos importantes sobre este tema.
A esta situación se suman los mitos que ha creado la sociedad y que han tomado fuerza a tal punto que se creen reales, afirmaciones como que una persona con enfermedades mentales no puede tener un empleo, no puede sostener una relación personal o familiar, es violenta, es extraña o dependiente, afecta considerablemente el estado del paciente, lo lleva a aislarse, no pide ayuda y prefiere no recurrir a atención médica.
Sin embargo, es posible cambiar el pensamiento y tener una perspectiva diferente y correcta frente a las personas que sufren de trastornos mentales, ellos no necesitan del señalamiento, necesita el trato normal por parte de la sociedad.