Washington (EE.UU).- El fallecimiento de seis personas en Estados Unidos producto del consumo de cigarrillos electrónicos y del llamado vapeo, prendió las alarmas en ese país y hoy mantiene a las autoridades estudiando la posibilidad de prohibir la venta de estos dispositivos.
Los estudios del gobierno estadounidense indican que el uso continuo por un día de estos equipos equivalen al consumo de una caja de cigarrillos. Estiman, además, que unos 5 millones de adolescentes en el país usan estos dispositivos.
El presidente Donald Trump ha dicho que “El vapeo se ha convertido en un gran negocio, según tengo entendido, un negocio gigante en muy poco tiempo. Pero no podemos permitir que las personas se enfermen y no podemos permitir que nuestra juventud se vea tan afectada… Los dos lo estamos leyendo… (Melania)… Mucha gente lo está leyendo, pero la gente está muriendo por vapear. Lo estamos analizando muy de cerca”, dijo el mandatario en un anuncio público por televisión.
De hecho, el secretario de Salud, Alex Azar, dijo el miércoles que estos dispositivos cada vez más son usados en las escuelas secundarias y también ofreció mas detalles sobre la prohibición detallada de este producto
“Nos llevará varias semanas presentar la guía final que anunciará todos los parámetros en torno a la política de aplicación. Y es probable que haya una fecha de entrada en vigor retrasada de 30 días, como es habitual en la FDA… en ese momento, todos los cigarrillos electrónicos con sabor que no sean de tabaco deberían retirarse del mercado”, explicó Azar.
Con base en esta preocupación, EE. UU., como pocas veces antes, abrió una investigación federal sobre el vínculo del vapeo, el cigarrillo electrónico y estas enfermedades pulmonares. Y a pesar de la incertidumbre sobre el origen, el Departamento de Salud de Nueva York informó que entre las sustancias analizadas se hallaron niveles “extremadamente elevados” del acetato de vitamina E en casi todos los productos que evaporizaron cannabis con sabor a caramelo.
Diversos estudios han relacionado las sustancias disueltas en el vapeo con lesiones pulmonares que en algunos casos son similares a las causadas por el cigarrillo tradicional.
En una investigación publicada en ‘American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine’, los científicos de la Universidad de California descubrieron que los líquidos del vapeo y la misma nicotina eran responsables del aumento de las proteasas (vinculadas con la destrucción del pulmón en los casos de enfisema), por lo que sugieren que el uso de estos dispositivos es igual de dañino que fumar.
Otro estudio similar, liderado por el Marsico Lung Institute Mehmet Kesimer, encontró que el esputo de los vapeadores contenía niveles muy elevados de las mismas proteasas, además de otras proteínas de defensas, lo que hace presumir que vapear lesiona el pulmón de manera irreversible.
Y hace apenas cuatro días un artículo en ‘New England Journal of Medicine’ que analizó las imágenes de 19 casos asociados con el vapeo en Estados Unidos encontró que todos presentan patrones de daño pulmonar de tipo patológico que pueden ser atribuibles al uso de estos dispositivos, entre los que se destacan la neumonía eosinofílica aguda, daño alveolar difuso, neumonía organizada y la lipoidea.
Estos daños en algunos casos, de acuerdo con el artículo, serían resultado de exposiciones crónicas y en otras reacciones agudas que incluso pueden desarrollar rápidamente insuficiencia respiratoria generada por edemas pulmonares y colapsos que pueden ser mortales en este sistema.