Para algunos congresistas abanderados del tema del medio ambiental, pocos puntos positivos en este asunto quedaron consignados en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), el cual fue aprobado en el Senado de la República este jueves.
La vicepresidente segunda del Senado, Angélica Lozano Correa de Alianza Verde, en desarrollo del Foro sobre ‘Medio ambiente en el Plan Nacional de Desarrollo”, manifestó su descontento con la aprobación del texto, pues muchos de los votantes no lo leyeron y esto hizo que no quedaran incluidas iniciativas que beneficiarían el ecosistema.
La deforestación de bosques se menciona por primera vez en un PND; sin embargo, la Senadora no ve con buenos ojos el punto porque lo ideal sería que el nivel de tala fuera muy bajo, pero en el documento se permite un tope máximo de 220.000 hectáreas. “Lo que creíamos necesario incluir eran estrategias para disminuir la deforestación”.
Se presentaron desde el Senado 115 propuestas en materia ambiental y sólo se incluyeron ocho, de las cuales Lozano Correa destaca las acciones para disminuir la erosión costera y prevención del riesgo referente a la escasez hídrica.
En vista de que “la mayor esterilidad en el Congreso es el tema ambiental”, hay en curso varios proyectos de Ley, de los cuales el más adelantado es uno relacionado con la calidad del aire, encaminado a controlar más las fuentes móviles y fijas con la transición o chatarrización de vehículos viejos de carga con algunos incentivos tributarios para que se modernicen las flotas.
A su turno el representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán indicó que del PND se puede rescatar en materia ambiental que no había una meta y ahora es del 30 por ciento para la reducción en la deforestación. Eso irá acompañado del impuesto del carbono con miras a contrarrestar ese problema. Según el documento se pasará del 5 al 15 por ciento del uso del tributo.
Asimismo, la política pública animalista se consolidó en un articulado. También, se trata en el documento el tema de los vertimientos pues las autoridades ambientales podrán ejercer mayores controles y vigilancia en ese sentido.
“Se le hizo reconocimiento al sistema de áreas protegidas en Colombia, se determinó a la Amazonía como una prioridad del país; se identificaron las necesidades de puntualizar las licencias ambientales, sobre todo en el tema de vertimientos donde se deja claro el agua como eje articulador de los pueblos y no como la cloaca que ha sido históricamente”, aseveró Echeverri Alvarán.
Por otra parte, se incluye un aspecto frente a la mutación de los combustibles fósiles al uso de la electricidad. “Abre un camino y muestra una probabilidad muy importante presupuestal para los vehículos eléctricos y para mejorar todo el sistema y el condicionamiento”, añadió el congresista del partido Conservador.
La calidad del aire en el foro
Medellín cerró la gira del foro ‘Medio ambiente en el Plan de Desarrollo’. Aquí fue efectuado en el teatro de la Universidad CES, este viernes, organizado por el Senado de la República.
En la actividad participaron varios ponentes adicionales a los congresistas ya mencionados, entre ellos Víctor Hugo Piedrahita Robledo, subdirector de Planificación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, quien habló de los retos que quedan frente a la calidad del aire.
Medellín es la ciudad más avanzada del país en medición de la calidad del aire. Las mediciones que se hacen son de carácter público, “porque es la forma de que la gente entienda que hay que cambiar el chip, en cuanto a cómo nos movemos en términos de la calidad del aire”, apuntó Piedrahita Robledo.
En su charla este experto reiteró que es el territorio el que debe asumir unos retos y emprender unas acciones más sistémicamente para que sea efectiva la solución.
“Un territorio mal planificado, será insostenible ambientalmente”. Hay que entender que el área metropolitana más que un valle, es un gran cañón que se habita en muchas partes de manera informal y eso genera unos desplazamientos que no son los mejores, que no permiten la sostenibilidad, dijo el servidor público.
Llamó la atención además sobre la necesidad de que se trabaje articuladamente en acciones desde los municipios, las gobernaciones y el nivel central para lograr soluciones definitivas.
Precisamente, Colombia ya no debe cumplir una agenda nacional, sino internacional en materia ambiental y de calidad del aire por estar en la OCDE.
Para ello el Gobierno nacional debe entender que los territorios son los que van a lograr cumplir ese cronograma internacional, de lo contrario no se conseguirán los recursos técnicos, económicos, financieros y de otro tipo para hallar salidas.
Medellín ya ha dado los primeros pasos en mejoramiento ambiental. Entre las soluciones que se han ido buscando está el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial, el cual ya está en la Junta Metropolitana para su aprobación y busca armonizar un modelo de ocupación en el territorio.
Gestión de calidad del aire
Otra iniciativa es el Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire (PIGECA), que es una ruta de largo plazo sistematizando el problema ambiental.
El Plan Operacional para enfrentar Episodios de Contaminación Atmosférica en el área metropolitana del Vallé de Aburrá (POECA) ya permite mostrar resultados en el corto plazo.
Otras soluciones que se han ido presentando son los planes empresariales de movilidad sostenible, con los cuales se busca que las compañías generen incentivos a sus empleados para que utilicen alternativas de transportes amigables con el medio ambiente.
También ya hay aplicaciones para el celular que permiten conocer datos del transporte público colectivo (horarios, número de pasajeros que lleva en el momento determinado vehículo, entre otros).
“Yo creo que este territorio es responsable, ha planificado y está ejecutando acciones desde su gobernabilidad para lograr avances. Tenemos datos científicos y técnicos que pueden demostrar que en términos de calidad del aire este Valle de Aburrá tiene uno de los mejores aires del país.
Finalmente, Andrés Pareja López, director Técnico Científico de la Unidad de Toxicidad In Vitro de la Universidad CES en su intervención insistió en que no es directamente la contaminación la que mata a la gente, sino las patologías conexas, “por eso no vamos a ver en las actas de defunción de las personas ‘murió por contaminación del aire’, lo que vamos a encontrar es personas que mueren de accidente cerebro vascular, ataque cardíaco, enfermedades pulmonares, cáncer y otro montón de enfermedades asociadas a la exposición de contaminantes ambientales”.
El autocuidado es difícil porque la gente no puede dejar de respirar más de un minuto, más bien debe optar por acatar las recomendaciones de las autoridades ambientales.
Para evitar contaminar el organismo por la mala calidad atmosférica, hay que partir de la concienciación individual con respecto a la movilidad sostenible, más uso de la bicicleta, caminar más, emplear menos el vehículo particular, puntualizó el directivo.