Las voces no solo de los afectados como trabajadores y pacientes, sino de los representantes de la EPS Medimás, se dejaron escuchar en el marco de la audiencia pública ‘Medimás y la crisis del sistema de salud’, organizada por el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo.
El contralor delegado para el sector Salud, de la Contraloría General de la República, José Antonio Soto fue enfático en destacar la labor de seguimiento y las respectivas advertencias que desde enero de 2018 viene haciendo el organismo de control sobre las fallas en Medimás, al punto que los resultados y hallazgos de la auditoría han sido trasladados a Procuraduría y Superintendencia Nacional de Salud para que se tomaran cartas en el asunto.
El representante de Acesi, Leonardo Quiceno dejó claro que el sistema de salud prácticamente dejó en la quiebra a los hospitales públicos del país y recordó que el sistema de salud le debe a los hospitales 8 billones de pesos.
Por su parte, Juan Carlos Giraldo, de ACHC enfatizó que la integración vertical como en su momento la hizo Saludcoop, EPS, luego Cafesalud y ahora Medimás EPS, “es mala, venga de donde venga. Es un gran conflicto de intereses. Se necesita una reforma profunda en la salud”.
El representante de los socios de Medimás, se defendió alegando que las negociaciones en el sector salud con extranjeros no son nuevas en el país y que desde hace muchos años han estado en el mercado como por ejemplo Sanitas. Y alegó que lo que se quiso fue que un grupo de acreedores de Saludcoop y luego de Cafesalud se reunieron convocados por el gobierno nacional para proponerles que se quedaban con la EPS a cambio de las deudas y eso fue lo que hicimos. Negó que haya habido un perjuicio para los cerca de 32 mil trabajadores que venían de la EPS Saludcoop.
Contraria a esta posición, Fanny Zambrano presidenta de Sintrasaludcol, dijo que la venta de Saludcoop y sus 74 empresas terminó afectando a más de 10 mil, de los 37 mil trabajadores que tenía la entidad y varios de los que quedaron disgregados padecen hoy la falta de pago de sus honorarios, prestaciones sociales y hasta la falta de seguridad social porque legalmente no han podido resolver el tema patronal, es decir de quién dependen laboralmente.
“Y el único culpable de todo lo que ha ocurrido alrededor de Saludcoop, de Cafesalud y de Medimás, es el Gobierno nacional, el ministro Alejandro Gaviria y el superintendente, Norman Julio Muñoz, que fueron los que proyectaron este negocio”, afirmó categóricamente la líder sindical.
En ese mismo sentido se pronunció la médico pediatra, Clemencia Mayorga, que calificó la posible venta de Medimás como un “tercer intento de seguir robando los recursos de la salud, un remedo para poder seguir entregando la plata de la Unidad por Capitación a unos empresarios”.
“Todos los organismos de control se han pronunciado y han advertido las irregularidades de Medimás, así que no nos pueden decir nuevamente que la solución es otra vez la venta, a otra empresa, pero que en realidad son las mismas cabezas, para seguir entregándoles los recursos de la salud y dejar de atender a los usuarios”, señaló.
La pediatra cuestionó fuertemente la forma como se maneja el sistema de salud, donde dice, importan más las finanzas que la vida de los afiliados.
“Hay EPS en este país, que tienen el descaro de advertirles a sus médicos que los días lunes y jueves no pueden ordenar determinados exámenes por cuestiones de ahorro, les tienen pico y placa, eso es inaudito”, aseguró y contó que al igual que los usuarios del sistema los otros afectados son los trabajadores sanitarios y médicos, muchos de ellos han perdido hasta sus honorarios, prestaciones y hay casos tan extremos que a falta de quien reclame por sus derechos, negocian meses de trabajo, por dos mesadas, con tal de no perder todo su dinero.
En la misma línea, Marina Garzón, médica y paciente de alto costo, ratificó lo dicho por Mayorga en que “Hay contención del costo médico para impedir que la UPC se utilice en necesidades del servicio, ¿quién se queda con el dinero?”, se preguntó.
Mientras que Néstor Álvarez, de la Asociación de Pacientes de Alto Costo, advirtió que “Hay un problema de ética en el negocio de la salud y unos actores del negocio que no quieren perder, aunque pacientes, trabajadores y otros actores sí perdamos. El llamado es a humanizar el sistema de salud”.
El abogado Camilo Perea señaló que “Es muy lamentable que Medimás pretenda excusarse con estrategias jurídicas para decir que no ha tenido responsabilidad”.
Y finalmente el director de la Clínica La Merced de Bucaramanga, Gilberto Ortiz, consideró que “El día que el usuario tenga el poder de decidir sobre el servicio de salud que quiere, ese día cambia el sistema. Que a médicos, trabajadores y usuarios se les respete”.
La audiencia se levantó pasada la 1:00 de la tarde, cuando el senador Jorge Robledo recalcó que “No descansaré en mí empeño por cambiar este sistema que les permite a los corruptos robarse la plata de la salud. Seguiremos unidos trabajando para que los colombianos tengamos un excelente sistema de salud”.