A propósito del Día Internacional de la Cerveza, un reciente estudio de hábitos de consumo de la firma Kantar Worldpanel, reveló que en Colombia el 93% del consumo de alcohol, corresponde a cerveza; seguido del aguardiente que equivale apenas a un 3%.
El mismo análisis indica que los colombianos consumen en promedio año 44 litros de cervezas y que el gasto percápita en cerveza es de 112 mil pesos al año, lo que representa ventas totales anuales de 21,6 billones de pesos.
De ahí que la producción y comercialización de cervezas constituyen la principal fuente de recursos para la salud y la educación, toda vez que los departamentos recaudan un impuesto al consumo del 48% que en el 2018 generó 2,3 billones de pesos.
Con la Ley de Financiamiento aprobado el año anterior, desde el primero de marzo de 2019 se empezó a cobrar un impuesto a las ventas plurifásico (IVA plurifásico), que significa que lo pagan y recaudan todos los agentes que participan en la producción y comercialización de la bebida, siendo la tarifa de este impuesto del 19%, adicional al impuesto al consumo, ya existente.
Quiere decir que con la nueva dinámica del impuesto sobre las ventas a la cerveza se estima que los ingresos por este concepto estarían por el orden de los 1,8 billones de pesos al año, que en gran proporción deberían ir a financiar servicios de salud, en sus componentes de aseguramiento y funcionamiento.
Tomando estas cifras en carta blanca, podría decirse que parte de las afugias económicas que enfrenta el sector, deberían reducirse en adelante, siempre y cuando el Gobierno destine dichos recursos a los subsectores del sector que más lo requieran.
Uno de esos frentes, superado ya el tema del aseguramiento, es el de la calidad de los servicios, pues las personas no se sienten bien atendidas sobre todo en las áreas rurales donde el prestador público no genera los recursos suficientes; también debería el Gobierno poner sus ojos en la red red pública porque es el soporte de atención de la población migrante, que por falta de identificación no pueden vincularse a los regímenes de salud y a diario recurren a las instituciones públicas sin que haya una respuesta efectiva del Estado para financiar estos servicios.
Y otro frente a beneficiar con estos ingresos sería el de la financiación del No POS del régimen subsidiado que asumirá la Nación en el 2020, y que hoy está a cargo de los departamentos y distritos por lo que la atención de los departamentos se concentrará en fortalecer la capacidad resolutiva de los hospitales publcos.
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