Medellín.- Varias dudas han surgido en torno a la muerte de María Cecilia Pineda de 41 años, quien luego de 18 días de haberse sometido a una intervención quirúrgica estética en la Clínica Sofina a manos de José Daza, murió tras sufrir una trombosis pulmonar.
En la reunión de la Comisión Accidental del Concejo de Medellín, que le hace seguimiento a los falsos cirujanos y a las clínicas de garaje en la ciudad, el concejal Bernardo Alejandro Guerra Hoyos cuestionó que este caso no se haya conocido y que no haya información al respecto. Se enteró porque la familia de la víctima lo contactó cuanto él estaba en Estados Unidos recibiendo información de personas captadas ilegalmente por falsos cirujanos plásticos de Colombia y varias de las mismas están hospitalizadas en ese país.
Precisó en cabildante que no fue reportado el caso ante las autoridades de salud competentes. Además, la familia de la víctima por seguridad no quiso asistir a la reunión.
Pineda se a vivir hace cuatro años a Nueva York (Estados Unidos), donde laboraba en una empresa de envíos.
Aunque no era obesa, deseaba hacerse una liposucción, por lo cual una amiga llamada Cris le recomendó al doctor Daza.
Ella confió en la idoneidad del presunto cirujano plástico, pues consideró que era muy reconocido. También se sintió segura con la Clínica donde se le haría la intervención, le manifestó a una amiga de confianza.
A María Cecilia le dieron vacaciones en la empresa donde trabajaba y fue cuando viajó a Medellín para la operación.
La cirugía fue el 17 de julio y aunque la idea de ella era hacerse una liposucción, el médico le sugirió insistentemente realizarse también una abdominoplastia a pesar de no haber tenido hijos. Es decir, a esta paciente le practicaron el denominado ‘combo’ que incluyó también transferencia de grasa a los glúteos.
Todo se hizo al día siguiente de haber hablado por primera vez con el cirujano, lo que no le dio tiempo de “digerir” la noticia de realizarse la abdominoplastia que implicaba que le harían una cortada, que le dejaría una cicatriz.
Cuando salió del quirófano y habló con su mejor amiga, le dijo “prométame que usted nunca se va a hacer una cosa de estas. Esto es horrible, lo que yo siento no está bien, no me siento bien”. La amiga le dio consuelo y la animó afirmándole que sentirse así era algo normal.
Pasaron los días y María Cecilia tenía los pies muy inflamados, lo cual según Daza era normal. El 8 de agosto cuando era la Feria de las Flores en Medellín, ella saliendo de la casa se desvaneció, de inmediato fue llevada a la Clínica Las Américas (la más cercana a la vivienda) la trataron de revivir, pero no fue posible ya que le dio la trombosis pulmonar, informó a Opinión y Salud una fuente que omitió su identidad.
Según esta fuente, el problema fue en el posoperatorio, debido a que no tuvo el correcto seguimiento por parte de Daza, sino que fue otra persona (una asesora) a la que le delegaron esa tarea.
En una revisión a la que fue la hoy occisa, ella se sintió con malestar y le mostró los pies hinchados al médico, pero él le reiteró que era normal.
Cabe anotar que esa asesora le había sugerido a esta paciente que aprovechara el viaje para que también se interviniera los senos de una vez y así se ahorraría un dinero, pues no tendría que volver a viajar, ni a pagar en una nueva cirugía un anestesiólogo.
El valor total del procedimiento fue de 13 millones de pesos.
Esta fuente añadió que en la intervención el doctor exageró porque supuestamente le sacó cinco litros de grasa cuando María Cecilia en realidad no era tan gorda.
El deceso fue a las 5:00 de la tarde del jueves 8 de agosto y a las 9 de la noche del viernes 9 cremaron el cuerpo, lo que no dio tiempo para efectuar de las investigaciones pertinentes.
Entre tanto, se supo que Cris les recomendó a siete personas más el cirujano Daza. Ella tiene una infección por una liposucción que le practicó este doctor.
Por otra parte, José Daza fue denunciado desde hace más de dos años por actuaciones irregularidades.
En la reunión de la Comisión Accidental el Concejal recordó la muerte de María Catalina Upegue luego del denominado ‘combo’ (mamoplastía y lipoescultura) practicado en esa misma clínica por Rodolfo Albeiro López Zapata.
Además, Guerra Hoyos reiteró que la Clínica Sofina es de propiedad del narcotraficante alias ‘Ban ban’ y está en extinción de dominio, por lo cual cuestionó a las autoridades competentes en permitir que se utilice este establecimiento, que en realidad debería estar clausurado.