Ante las dificultades manifestadas por las entidades territoriales y algunas EPS, para la implementación del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), el Ministerio de Salud y Protección Social se vio en la necesidad de modificar la resolución 429 de 2016 por medio de la resolución 489 de 2019 en lo referente a la progresividad y gradualidad en la implementación, otorgando así un plazo de cuatro años.
Por lo anterior resulta importante analizar, que estas iniciativas para integrar la atención en salud son impulsadas con frecuencia por la necesidad de contener los costos, sin embargo, esto dependerá en parte del costo asociado con la carga de la enfermedad o el nivel de necesidad que puede ser evitado o reducido a través de una intervención oportuna (Ellen & Martin, 2008).
Desde una perspectiva económica, los principales beneficios que pueden derivarse de enfoques de atención integral, además de la mejora de la salud de los usuarios, se incluye la reducción y ahorro de costos a largo plazo. Estos pueden lograrse a través del acceso y la utilización de servicios de salud oportunos y así evitar futuras complicaciones, con la consecuente reducción de costos y aumento de la productividad laboral, en donde la población en edad de trabajar tendrá mayor impacto, reduciendo así cargas de enfermedad para la sociedad y/o cuidadores (Sepucha, Fowler, & Mulley, 2004).
Uno de los retos clave para la evaluación del impacto económico de intervenciones complejas, como lo es el enfoque de atención integral en salud, es el requisito de un diseño controlado o comparación robusta, para aislar los efectos que se pueden atribuir a la intervención de los que hubiera ocurrido sin ella (Craig, 2008). Por lo tanto, las evaluaciones económicas, como el análisis de costo-efectividad, costo-utility analysis (CUA) and cost–benefit analysis (CBA) require the presence of anutilidad y el análisis de costo-beneficio requieren conocer el desempeño diario del proceso de prestación de servicios de saludalternative strategy – typically, usual care – to enable assessment of costs and para permitir la evaluación de los costos y benefits of a given intervention (Table 1) (Villalba van Dijk et al., 2012). beneficios de una intervención (Villalba, Cacace, & Nolte, 2012).
El análisis de Costo-efectividad y costo-utilidad son los métodos más utilizados methods in health-care economic evaluations. de evaluación económica para la atención en salud. They express the benefits of Expresan los beneficios de a given intervention in terms of natural units (cost–effectiveness), such as una determinada intervención en términos de unidades naturales (costo-efectividad), tales como life years gained, reduction in blood pressure, or in a synthetic overall health años de vida ganados, la reducción de la presión arterial, o un estado de medida general de salud (costo-utilidad); como la calidad de vida en años, suponiendothat the core benefits of the intervention occur exclusively or primarily in health que los beneficios principales de la intervención se producen principalmente en términos de la saludterms.. By contrast, cost–benefit analyses (CBA) adopt a societal perspective andPor el contrario, los análisis de costo-beneficio tienden a adoptar una perspectiva social y seek to place a monetary value on all (measurable) costs and benefits. tratar de poner un valor monetario a los beneficios y costos.
Hay otra forma de análisis económico, y que no se refiere exactamente a una evaluación económica, se centra sólo en la valoración de los costos. Tal análisis suele elegirse cuando los resultados de una intervención determinada ya se tienen establecidos o no son medibles (Michael & McDaid, 2005). Este podría ser el estudio costo-compensación, el cual compara costos incurridos con costos ahorrados. No tiene en cuenta otros enfoques o uso alternativo de los recursos, que suele ser el tema de costo- minimización.
Como mencioné anteriormente, el desafío central en la realización de una evaluación económica es la necesidad de identificar una estrategia de comparación. Otros retos incluyen la consideración de los tipos de costos que pueden ser relevantes, las fuentes de datos que pueden proporcionar información adecuada para las mediciones y la disponibilidad de los datos reales que permitan la estimación de costos. La metodología general de costeo diferencia a los costos directos, indirectos e intangibles, entre otros.
Los costos directos se refieren normalmente a los costos de servicios de salud asociados a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de una condición dada, como paciente interno o ambulatorio, rehabilitación, servicios de salud comunitarios y los productos farmacéuticos (Ellen & Martin, 2008).
Los costos indirectos se refieren a la pérdida de productividad para la sociedad debido al mal estado de salud del individuo o ausencia de su tratamiento, o dicho de otra forma; los recursos perdidos debido a cualquier condición o enfermedad que podría haber ocurrido en ausencia de la intervención (Magnus & Karlsson, 1995).
Los costos intangibles generalmente describen la carga psicológica que pesa sobre los pacientes y sus cuidadores incluyendo dolor, duelo, ansiedad y el sufrimiento (Knapp, 2007).
En ese sentido, toma relevancia la creciente carga de enfermedades crónicas y del número de personas con complejas necesidades de atención que requieren el desarrollo de estrategias de prestación de servicios que incluya together a range of professionals and skills from both the cure (health-grupos multidisciplinarios y habilidades tanto para el abordaje clínico como para la atención social.
Este enfoque revela las ventajas y necesidad de abordar la problemática en salud desde una perspectiva preventiva y de atención integral en salud, lo anterior se reflejará en eficiencia y ahorros. Sin embargo, se deben estructurar estudios futuros que evalúen y/o consideren los beneficios financieros a largo plazo. Se encuentra en algunos estudios que los resultados de modelos de atención integral en salud no eran rentables en el corto tiempo, y que el impacto en términos de beneficio se acumulará con el tiempo. En particular, los servicios integrados que tiendan a un enfoque de intervención temprana y que se diseñen para evitar la escalada de necesidades y carga de la enfermedad, tendrán beneficios reales en el tiempo.
Vemos claramente la crisis del sistema de salud, sino articulamos el sistema a través de una Política de Atención integral en Salud (PAIS) y su operacionalización a través del Modelo Integral de Atención en Salud, las enfermedades crónicas de alto costo absorberán el sistema.
Por último, una revisión de estos desarrollos en otros países confirma varios de los retos a los que nos enfrentamos en la implementación de la integración de nuestro sistema de salud, pues requieren el compromiso de los tomadores de decisiones y los responsables políticos.