Medellín.- Falta mucha concienciación en hábitos de vida saludable y mucha educación al respecto para evitar enfermedades crónicas no transmisibles, fue el mensaje que se quiso emitir en desarrollo del 22 Congreso de Cardiología ‘Estado Actual en Enfermedades Cardíacas y Vasculares”, efectuado entre este miércoles y viernes en el centro de convenciones Plaza Mayor.
César Hernández Chica, cardiólogo, intervencionista y vascular periférico, y director general del Congreso explicó a Opinión y Salud que siguen siendo esas enfermedades la primera causa de muerte en Colombia; sin embargo, se abstuvo de dar datos estadísticos debido a que existe un subregiostro, pues unas cifras maneja el Ministerio de Salud y Protección Social, en las que no se tiene en cuenta los casos que se dan en centros asistenciales de bajos niveles de complejidad, sólo en los de tercer y cuarto nivel, donde el número de esos pacientes es bajo.
No se sabe con exactitud la información de cuántos infartos hay, cuántos pacientes no alcanzan a consultar, cuántos se quedan en las unidades básicas de atención que son los que dan la verdadera estadística de cómo se están manejando las enfermedades cardíacas y vasculares en el territorio nacional.
El especialista indicó que en los países desarrollados se logró bajar la morbilidad y la mortalidad por ese tipo de enfermedades, mientras que aquí aumentaron, en parte por el acceso al sistema de salud el cual es muy complejo en Colombia
Para este cardiólogo ese problema de acceso se presenta ya que el porcentaje de crecimiento de médicos es bajo frente al de los administradores en salud, que superan los 1.500. “Ese incremento de los administradores en salud ha generado mucha complejidad en el manejo del sistema y esa complejidad hace que los pacientes tengan dificultades para llegar a él y los médicos para atender a los pacientes”.
Las sociedades científicas sí tienen interés en hacer la recopilación de la información con el fin de establecer cifras reales para saber cuántos cirujanos, especialistas y sub especialistas se necesitan en el país.
También eso permitiría saber cuáles son los puntos en dónde hay que reforzar para que la atención sea buena y para que la mortalidad y la morbilidad disminuyan.
Desconocimiento
Es común que estas afecciones se den debido a que en teoría los hábitos de vida saludables son fáciles de aplicar, aunque en la realidad no es así. Los medios de comunicación promueven el consumo de alimentos que saben rico, pero que no son favorables para la salud; por ejemplo, hamburguesas con salsas, las bebidas gaseosas, las papas fritas, alimentos procesados, entre muchos otros.
También se muestra en los medios como algo bueno, estar en la casa relajado, viendo televisión con el control remoto en la mano, sin mayor actividad física.
“Obtener hábitos de vida saludable es muy complejo. Primero, porque no nos lo enseñan; segundo, porque los médicos cada vez tenemos menos tiempo y nunca nos había preocupado eso; tercero porque yo siempre he pensado que cuando una persona va a la consulta dice ‘doctor yo quiero una pastilla para el azúcar, una pastilla para el ejercicio, una pastilla para una buena alimentación’ y eso existe”, aseveró el cardiólogo.
Asimismo, la gente pretende que al hacer ejercicio como caminar, los resultados se vean en poco tiempo, siendo que es un proceso de largo plazo.
Es por lo anterior que el también Coordinador del Programa de Posgrado de Cardiología Intervencionista Vascular Periférico de la Universidad CES, considera que faltan programas integrales que les enseñe desde etapas tempranas de la vida a la comunidad qué son los hábitos de vida saludables y por qué se deben adoptar. De este modo las personas tomarían conciencia de que esas buenas costumbres no son temporales, que en época de vacaciones o los fines de semana no se pueden eliminar de la rutina. “Usted puede cometer pecaditos, sí, pero siempre tiene que estar en el esquema de hábitos de vida saludable”.
Este especialista de distintos centros asistenciales de la ciudad, llamó la atención sobre varios conceptos que no están claros en la comunidad. Por ejemplo, si una persona es prediabética y desea reducir el riesgo de desarrollar diabetes tiene 35 por ciento de reducción de riego relativo con pastillas, pero tiene 150 por ciento o más de reducción de ese mismo riesgo si aplica un plan de alimentación adecuado y un programa de ejercicio que no es complejo, son 40 minutos cuatro veces por semana.
El directivo aclaró que cuando alguien incluye en su rutina actividad no competitiva, no sólo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino también de siete u ocho tipos distintos de cáncer.
“La actividad física siempre ha tenido un beneficio muy grande, lo que pasa es que no hace parte del proceso de mercadeo de los grandes dueños de fármacos en el mundo, pero sí tiene que ser de los gobiernos, de las universidades, de los médicos lograr que la gente entienda que eso no es esperar a que me dé el infarto para empezar a caminar”, reiteró Hernández Chica.
En su mayoría las enfermedades cardiovasculares son prevenibles y manejables; sin embargo, la edad juega un papel importante, pues a mayor cantidad de años mayor es la probabilidad de sufrir un problema de este tipo. No obstante, cuando una persona durante su existir ha adoptado hábitos de vida saludables va a tener mejor calidad de vejez y muy posiblemente prolongará su estancia por este mundo más y en mejores condiciones que quien no se cuide.
“Lo que la gente también debe entender es que cuando uno interviene un factor de riesgo, disminuye el riesgo, no lo desaparece. O sea, usted va a tener muchísimo menos riesgo de enfermedades cardíacas y vasculares, pero se puede morir de infarto. ¿Cuál es la diferencia? Que usted va a tener una mejor calidad de vida en esos años que va a vivir, y probablemente vaya a vivir mejor y más cantidad”, puntualizó el directivo.