Luego de obtener los resultados del análisis hecho a varias muestras del fármaco Dololed en diciembre pasado y tras constatar que efectivamente no solo está compuesto por caléndula, sino que contiene diclofenaco, lo que evidencia una falsedad en la información que suministran a sus consumidores, el Instituto Nacional para la Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), decidió abrir una investigación al laboratorio Pronabell, que lo fabrica.
En un comunicado el Invima señaló que “Una vez se agoten las etapas procesales correspondientes, la Dirección de Responsabilidad Sanitaria del Invima puede imponer “multas sucesivas” hasta por 10.000 salarios mínimos mensuales legales vigente”, decomisar los productos, suspender o cancelar el registro sanitario o la licencia del producto, o cerrar temporal o definitivamente el “establecimiento o servicio respectivo”.
Como se recordará una investigación de la Universidad Industrial de Santander encontró que este fármaco, a base de caléndula, escondía diclofenaco entre sus ingredientes. Sin embargo el Invima ha insistido en que medicamentos ya estaba bajo vigilancia, precisamente porque se investigaban efectos adversos de carácter alérgico en varios de sus consumidores.
La investigación de la UIS arrancó con una persona de 65 años en Bucaramanga quien comenzó a sentir mareo, vértigo, dolor en el pecho y en el estómago. El hombre acudió al Centro de Cromatografía y Espectrometría de Masas, CROM-MASS, de la Universidad Industrial de Santander (UIS), que a la postre corroboró que este “fitofármaco”, no contenía exclusivamente caléndula.
Sin embargo, en la etiqueta del medicamento no advierte de este ingrediente. “Cada tableta contiene: extracto seco de 3:1 de flores de caléndula (Calendula officinalis) 150 mg”. Por ningún lado dice diclofenaco.