Así se desprende del análisis hecho por la Superintendencia del Subsidio Familiar que emitió la resolución 0387 el pasado 27 de junio, en la que ordena levantar la medida de vigilancia especial a la Caja de Compensación Familiar Comfamiliar Cartagena y al tiempo dicta medida cautelar para su intervención administrativa total por el término de un año.
Según la Supersubsidio, “al consolidar los indicadores financieros de los programas de salud EPS e IPS, con los de la caja de compensación, se evidenció un capital de trabajo por valor de -92 mil millones de pesos, reflejando que no posee los recursos para continuar con su operación. Su nivel de endeudamiento es alto con 131% y la prueba ácida y razón corriente de 0,67 indica que no posee los recursos para cumplir con el pago de sus obligaciones, esto como consecuencia de los resultados del programa de salud EPS que están afectando los indicadores financieros y los resultados de la caja de compensación comprometiendo su patrimonio”.
En efecto, mirando las cifras por separado, el programa de salud de la EPS, que tiene 166 mil asegurados, mostró a septiembre de 2018 un capital de trabajo por valor de -139.871 millones de pesos, reflejando que no posee recursos para su operación corriente, y un nivel alto de endeudamiento d 258,24% o sea no posee recursos para cumplir con sus obligaciones.
Por su parte, la IPS presentó un capital de trabajo de 15.613 millones, es decir, posee recursos para su operación corriente y un nivel de endeudamiento en 45%. Mientras que la Caja de Compensación presenta un capital de trabajo de 19.981 millones de pesos, nivel de endeudamiento del 59% y posee recursos para cumplir sus obligaciones a corto plazo.
Los estados financieros de las EPS e IPS y por consiguiente de la Caja, no están reflejando la realidad económica y financiera dado que al efectuar la provisión como lo señala la reglamentación afecta el resultado y tendría un efecto directo en el patrimonio de la caja por las pérdidas que se generarían en el programa de salud.
Frente a este panorama en que prácticamente se revela la responsabilidad de los encargados de la EPS, cabe recordar que la Superintendencia Nacional de Salud expidió la resolución 04702 del 26 de abril, en la que prorrogó la medida de vigilancia especial al programa de salud de Comfamiliar Cartagena porque continúa incumpliendo la mayoría de los indicadores; las pérdidas son acumuladas, se observa riesgo de viabilidad financiera y el desarrollo del objeto social de la caja de compensación.
Y el año pasado la misma Supersalud negó el Plan de reorganización institucional para crear una nueva EPS, que habían presentado las cajas de Compensación Familiar de Cartagena «Comfamiliar Cartagena»; Comfacor de Córdoba, Confasucre de Sucre y Comfamiliar Huila. En su momento la entidad de vigilancia del sector salud argumentó que en los documentos entregados se evidencian diferencias no solo entre la información radicada por las Cajas de compensación familiar que participan de este plan de reorganización,
El oscuro futuro de las EPS que dependen de cajas de compensación
Y es que Comfamiliar Cartagena, como otras cajas que manejan programas de EPS, corren el riesgo de que las pérdidas de los programas de EPS terminen deteriorando su patrimonio general, que en su mayoría está representado en infraestructura recreativa y educativa que es el objeto principal de estas entidades.
Bien deberían los directivos de la cajas de compensación ser mas cuidadosos al incursionar en el aseguramiento en salud, por todos los riesgos financieros que esta actividad representa y que como en el caso de Comfacor, Comfahuila y ahora Comfamiliar Cartagena, presentan resultados negativos debido al desequilibrio financiero de sus programas.
Decisiones similares o de retirarse del mercado del aseguramiento están siendo consideradas por Comfamiliar Guajira, tras los pocos exitosos proyectos de Comfama en Antioquia, Comfaoriente y Comfanorte en Norte de Santander.