Diego Fernando Ramírez
Lic.En Electrónica Especializado en Equipos Biomédicos
Recuerdo cuándo tenía aproximadamente ocho o nueve años, escuchaba a mi mamá decir que íbamos para el peluquero; yo salía corriendo a esconderme debajo de una cama y lloraba hasta que me sacaba mostrando una chancleta.
Mi frustración era porque la moda era dejar un mechón de cabello al frente y el resto casi rapado, lo único bueno eran los caramelos de colores parecidos a los postes blancos, rojos y azules que giraban en forma helicoidal.
Medio siglo después como añoro tener ese mechón, toda esta remembranza ahora después de quince años de experiencia como licenciado en Electrónica y especialista en Equipos Biomédicos, de tanto abrir y reparar tarjetas y circuitos electrónicos, he detectado un aliado en peluquerías para la propagación del Covid-19, la máquina eléctrica de cortar cabello.
Esté equipo moderno por su funcionamiento vibratorio va acumulando microcabellos internamente que van entrando y saliendo en su parte interna cuando están en operación, proceso que no es detectado por peluquero(a)s, solo hasta cuando presentan problemas de funcionamiento, y al abrir o reparar éstos equipos, se puede observar la acumulación de microcabellos y cabellos que tienen internamente, entran y salen continuamente, convirtiéndose en el más alto riesgo de propagación de virus, porque una persona positiva asintomática va a dejar microcabellos, que después van a aparecer en la cabellera de otras personas negativas con Covid-19.
Aquí está el aliado escondido que no han tenido en cuenta las autoridades de salud a favor del virus. No es culpa de quienes desarrollan está labor tan importante, pues muchos limpian y desinfectan éstos equipos con responsabilidad y ética en todas sus partes móviles incluidas cuchillas.
Por eso mi recomendación, siguiendo al pie de la letra el significado la palabra bioseguridad, es abrir o destapar estos instrumentos limpiarlos con cepillos pequeños de cerdas suaves , pasarles un secador de pelo o una pistola de calor, pues el virus muere a 92°C y meterlos en un autoclave o esterilizador ultravioleta durante 15 a 30 minutos, después de cada proceso de corte de cabello; si no se puede hacer lo anterior lo más práctico, recomendable y sano desde el punto de vista de una real prevención, es volver a nuestro pasado, que es el uso solo de tijeras y peines, prohibiendo temporalmente el uso de éstos equipos eléctricos y similares como los cortadores de patillas, cejas y bellos, así evitamos de raíz un foco escondido de propagación que puede incluir a cualquier persona.
