En medios de comunicación y en escenarios de discusión del sector salud del departamento del Atlántico, se habla por estos días de la liquidación o salvación de la ESE hospital Universitario Cari de alta complejidad de Barranquilla.
Los que consideran la liquidación desconocen que se debe garantizar el pago de 86 mil millones de pesos que adeuda actualmente el hospital, entre los que se encuentran salarios y honorarios de personal médico y recursos de proveedores de bienes y servicios.
Y quizás la decisión administrativa más fácil sea liquidar el hospital y crear otra razón social que opere en la misma infraestructura hospitalaria, dejando una estela de deudas impagables.
Del otro lado están quienes recomiendan el saneamiento del hospital, entre quienes se cuenta el actual gerente, Ulahy Beltrán, que saben que puede ser una tarea aparentemente más difícil, pero socialmente la más responsable. En esta orilla se mueven quienes guardan la convicción de que el Cari puede volver a ser el hospital público más importante de la región Caribe.
La suerte del Cari se definirá este viernes cuando ha sido convocada la junta directiva. donde se conocerán varias posturas: liquidación, intervención o la entrada de un gestor sanitario.
“Nosotros nos inclinamos por tener un nuevo operador”, ha dicho el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa. En ese mismo sentido se ha pronunciado el representante de los usuarios en la junta directiva Guido Santander, quien considera que la entrega del centro asistencial a un operador es la mejor salida a la crisis.
Por su parte el gerente del hospital Ulahy Beltrán López dijo que la figura del gestor sanitario es distinta a las alternativas presentadas por diversos sectores, como lo son la liquidación, intervención o un operador privado para el centro hospitalario. “Esta alternativa ha sido estructurada por nosotros, a partir de los diferentes movimientos gerenciales que se han dado por el rescate del hospital. Yo no soy gerente liquidador, ni gerente interventor, yo soy gerente para rescatar un hospital que me fue entregado bajo esa responsabilidad”.
Lo cierto y tal vez lo certeza que debe existir es que cualquiera sea el modelo que se asuma no se pueden cometer los mismos errores, donde los múltiples operadores que estuvieron en el Cari se disputaban los pacientes y los recursos del hospital, pero ninguno de preocupaba por llevar pacientes, que son quienes le generan facturación al centro asistencial.
La última palabra la tiene la junta directiva.