Luego de que se conocieran denuncias en varias partes del país sobre empaques de medicamentos que no correspondían con el producto dentro de la caja, el laboratorio Genfar que estaría comprometido en los hechos relatados, emitió un comunicado en el que informó que “después de una investigación exhaustiva de la evidencia disponible, no se encontró ningún error del laboratorio en el proceso de manufactura, empaque o distribución”.
Y añade que “Con base en los soportes enviados por la droguería (caso de Cúcuta), identificamos la trazabilidad de los dos medicamentos y se estableció que corresponde a medicamentos fabricados en dos plantas diferentes y que los lotes de cada uno nunca se mezclaron en la cadena logística”.
Y que en consecuencia, “es imposible que haya habido una confusión por parte del laboratorio que haya llevado al supuesto error de empacado”.
El caso referido por Genfar tiene que ver con la denuncia que interpuso una mujer, madre de un niño, a través de redes sociales este miércoles, quien dijo que compró el domingo pasado en la sucursal de Drogas La Rebaja del barrio Los Olivos, en Cúcuta, los medicamentos que le habían sido formulados hacía un mes en una cita de control y crecimiento y que no le entregó su EPS.
La madre relató que el lunes, cuando se dispuso a darle el medicamento albendazol, encontró que la caja estaba marcada con el nombre de este producto pero en su interior había un frasco de gotas de tramadol.
“Yo había escuchado la noticia de los niños en Bogotá y por eso revisé el medicamento antes de dárselo. Al ver que era el mismo error, me comuniqué con la farmacia”, afirmó.
Y agregó que aunque la droguería mandó a recoger el producto, ella no lo quiso devolver sino que decidió poner la alerta a través de las redes sociales y, posteriormente, entregar las cajas y otras evidencias a la Secretaría de Salud de Cúcuta, donde iniciaron las investigaciones y así evitar que se repitiera el caso de Bogotá donde murieron dos hermanitos luego de que su madre les administrara un supuesto purgante que resultó ser tramadol.
En Granada
El periódico El Tiempo también conoció a través de un correo electrónico que recibieron en el cual una mujer relata su caso ocurrido en Granada, Meta, en mayo del 2017, cuando después de asistir a una consulta de rutina en la EPS con su hijo de dos años le prescribieron el antiparasitario albendazol, el cual reclamó en una droguería local. Allí, erróneamente le entregaron dos tarros de tramadol, sin que ella se percatara de esto.
Tal como lo indicaba la fórmula, ella le suministró a su hijo “en una sola dosis uno de los tarros recibidos y en menos de una hora empezó a convulsionar”. El pequeño fue llevado de urgencias a un centro médico en donde le realizaron un tratamiento de soporte que lo mantuvo hospitalizado por tres días en estado grave. “Hasta en el hospital creen que sobrevivió de milagro”, escribió.
Nos dieron unas disculpas y eso fue todo. De igual forma, la Secretaría de Salud de Granada nos llamó, nos escuchó y no pasó nada más
La mujer asegura que en ese momento se sentía culpable, y por eso no interpuso denuncia alguna o hizo público el caso, pero al conocer el caso de la semana pasada, “igualito en todo el sentido de la palabra”, entregó esta información a EL TIEMPO con el ánimo de que se sepa “que no es la primera vez que sucede”.
En Tumaco
Ogual ocurrió en el municipio de Tumaco (Nariño), donde una mujer llevó a su hija de seis años al Hospital Divino Niño con cuadros de somnolencia. La madre de la menor aseguró que este síntoma apareció luego de suministrarle supuestamente el antiparasitario albendazol, formulado por un médico y comprado en una droguería común del municipio.
Cuando a la mujer le pidieron el medicamento, los profesionales de la salud se percataron de que la caja de albendazol en realidad contenía un frasco de tramadol, del laboratorio Genfar.
Ángela Caro Rojas, presidenta de la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia, expuso que es posible que el error que se está presentando es que el empaque (caja) tenga información diferente a la del envase (frasco), es decir que el dispensador crea que está entregando el medicamento correcto, pero no. En ese sentido, dijo que es muy importante que todos los usuarios inmediatamente verifiquen muy bien cuál es la información del frasco y que el nombre del medicamento del frasco sea el mismo prescrito por el médico.
En ese caso, explica que las autoridades deberán solicitar la cuarentena del producto específico (identificado por su nombre, fabricante y lote) y que los establecimientos se abstengan de dispensario y los usuarios se abstengan de usarlo hasta tener la certeza de si hubo un error en el empaque del producto en cajas incorrectas.