El 24 de diciembre es una fecha especial para muchas personas, pues no sólo se conmemora el nacimiento de Jesús, sino que por tradición se entregan regalos a los más allegados. Sin embargo, cuando se hace la repartición de esos presentes no siempre se cumple con las expectativas de quienes los reciben y se puede convertir en una frustración significativa, especialmente para los menores.
“La Navidad no es sólo regalos. Creo que lo más importante es inculcar en los niños y adolescentes ese gusto por la Navidad, que es una época del año donde estamos todos juntos, donde empecemos a hacer actividades que impliquen y generen gratitud en los niños, compartir tiempo con personas que están en situación de vulnerabilidad”, considera la sicóloga Natalia Cárdenas Zuluaga, coordinadora del posgrado en Salud mental de niño y el adolescente de la Universidad CES.
Un obsequio es un símbolo, pero también lo es rato para compartir. Estudios han revelado que los pequeños prefieren pasar tiempo de buena calidad con sus padres que recibir una dádiva.
Al enseñarles a los menores estos buenos sentimientos, ellos van aprendiendo a encontrarle sentido a la Navidad.
Para entregar los regalos es necesario tener en cuenta la etapa de desarrollo de los niños, pues no se trata de obsequiarles algo que aún no les sirva; por ejemplo, una bicicleta a un bebé de seis meses.
“En ese sentido, regalar experiencias, si yo voy a pensar en un presente, saber el niño con quién va a jugar, qué es lo que va a hacer, qué experiencias es lo que va a propiciar”, aseveró la sicóloga.
Además, cuando el regalo no satisface al hijo, la experta recomienda que los papás midan las expectativas de los chicos y ser realistas con la capacidad económica que tienen. Toca ir preguntándole al menor ‘¿tú qué quieres que te traiga el Niño Dios? o ¿qué regalo deseas de Navidad?’
No es recomendable darles presentes muy costosos para que no se mal acostumbren a que tienen que poseer una gran cantidad de juguetes, porque cuando son muchos no pueden enfocar su atención en alguno específico y se dispersan, añadió la profesional de la salud.
“Con respecto a esa frustración, si al niño no le gustó el obsequio es importante tener claro que puede ser una oportunidad formadora para nosotros como papás, fomentar esa autorregulación en los niños”, reiteró la Coordinadora del posgrado en Salud mental de niño y el adolescente.
Deudas, un problema mental para los papás
También puede existir otra situación con los regalos y las vacaciones. Hay padres de familia que piensan que llega diciembre y que es como si el mundo se fuera acabar, pues gastan más de lo que reciben en salario y prima.
Argemiro Giraldo, docente y consultor de la Universidad CES dijo que siempre habrá un déficit económico para esos padres porque no priorizan gastos, no hacen un flujo de caja; es decir, no saben manejar las finanzas personales.
Este economista aconseja primero que todo, educarse en el asunto y segundo, que los adultos entiendan que además de diciembre están enero, febrero, marzo y los otros meses en los que también hay que vivir y no tan estrechamente.
“Salimos a vacaciones y nos gastamos más el salario y los servicios públicos que teníamos que pagar en enero o en febrero. Nos queda la prima, entonces ¿la prima qué? Hay que establecer prioridades en qué me la voy a gastar. Eso conlleva a que nos gastamos más de lo que tenemos y ahí hay que recurrir a tarjetas de crédito o empeñar las cosas”, agregó el experto.
Lo anterior trae como consecuencia que si se gasta un millón de pesos, tendrá que dar 400.000 pesos en intereses de la tarjeta de crédito y sin saber de dónde sacará el dinero para ello.
Cuando se empeñan las pertenencias se aumentan las deudas y la persona vive con estrés. “Cuando uno vive con muchos problemas financieros se vuelve siempre un esclavo en el trabajo”; esto tiene como consecuencia que los jefes de la empresa se aprovecharán de su necesidad económica, no le darán aumento salarial y perderá la libertad para cambiar de empleo.
Así las cosas, se debe hacer una planificación financiera desde comienzos del año, cuánto dinero va a ingresar cada mes, cuánto va a gastar, qué le va a quedar y qué va planeando para destinar en disfrutar.
Giraldo considera que sí es posible ahorrar, por ejemplo el 10 por ciento del ingreso y así las personas se acostumbran a vivir con el 90 por ciento y de ese modo no habrá aprietos económicos.
Otra alternativa que recomienda este docente es comprar los presentes después del 26 de diciembre, debido a que es cuando todo sale en promoción y representa un ahorro importante. Se pueden aprovechar los descuentos, pero sin crear necesidades. En el caso de los niños, se les da un regalo pequeño el 24 y se llega a un acuerdo con ellos para entregarles el más grande después.