Medellín.- Don Rafael Antonio Bustamante Correa de 67 años tuvo que esperar casi tres años para que le hicieran una cirugía por el desgaste de su cadera, lo que le ocasionaba dolor e inflamación de su rodilla derecha por tener que apoyar gran parte del cuerpo en ese lado.
Cada vez los dolores eran más fuertes. En una visita al médico hace un año este le dijo que ya no debía agacharse, ni subir escaleras, ni permanecer parado por mucho tiempo. Mientras tanto esperaba que llegara el día que le hicieran una operación.
Bustamante Correa, quien vive en la vereda La Palma, del corregimiento Santa Elena (Medellín), dice que lo que le sucedió con su cadera fue consecuencia del exceso de entrenamiento cuando era joven. “Fui boxeador profesional y entrenaba en alto rendimiento, muy duro. Y yo trabajaba haciendo techos, canoas. Subía 20 bultos a un tercer o cuarto piso por una escalera o 10, 20 tejas. Todo eso me fue desgastando”.
Este paciente afiliado a la EPS Savia Salud, luchó para que le hicieran pronto la cirugía, pues ya estaba incapacitado para realizar muchos oficios, especialmente su trabajo como soldador.
Su problema cada vez era peor, por lo cual intentó por todos los medios para que le hicieran la intervención quirúrgica cuanto antes e incluso, puso acciones de tutela, pero nada agilizó el proceso.
También recurrió a los contactos que había establecido con ortopedistas cuando era deportista para gestionar la cirugía mediante cartas de recomendación de estos profesionales de la salud.
Luego de tocar muchas puertas, por fin ya se había logrado el objetivo, la cirugía se realizaría en el Hospital Universitario San Vicente Fundación. Sin embargo, la EPS dio su nombre para que fuera incluido en la lista de pacientes con prioridad de realizarles una intervención quirúrgica en desarrollo de la misión humanitaria Operation Walk International que se lleva a cabo en la Clínica Las Américas de Medellín en la presente semana.
Este padre de 10 hijos ya tuvo la cirugía. En su proceso de recuperación durante seis semanas él deberá caminar despacio, hacer los ejercicios en casa que le indiquen los fisioterapeutas. Al cabo de ese tiempo se le habrá quitado totalmente el dolor de la pierna derecha al no tener que recibir todo el peso del cuerpo como le venía pasando antes de la intervención.
Además, en la convalecencia deberá evitar salir o entrar de su vivienda durante unos 20 días, pues para llegar a ella es necesario bajar 40 escalones en la vía pública.
En el tiempo que él ha permanecido hospitalizado ha tenido una favorable evolución, lo que ha sido motivo de alegría para el personal de salud, pues es el que mejor ha respondido a la cirugía.
Como boxeador, Bustamante Correa duró 15 años y aunque no sufrió graves lesiones durante las competencias, no quiso seguir ya que hubo algunas políticas con las que nunca estuvo de acuerdo. Después fue entrenador en varios municipios de Antioquia y Santander.
Una vez se recupere totalmente de su salud, presentará su hoja de vida y los documentos que lo certifican como tecnólogo en boxeo ante las entidades competentes para retomar su oficio como entrenador de nuevos talentos.
La misión
Por estos días y hasta el domingo 28 de abril se desarrolla la misión humanitaria Operation Walk, ONG estadounidense que viene por segunda vez a Medellín para realizar cirugías de prótesis de cadera a pacientes de estratos 1 y 2 residentes en Antioquia, afiliados a la EPS Savia Salud del régimen subsidiado, con lo que se busca reintegrarlos a la vida laboral y productiva.
Esta iniciativa en la capital antioqueña es liderada por la Fundación Las Américas con el apoyo de la Secretaría de Salud y Protección Social de Medellín, mediante la cual se hizo la selección de los 32 pacientes beneficiados.
Socorro Vélez Gallón, directora de la Fundación explicó que la entidad tiene como objetivo misional promover la salud de los pacientes e intercambiar conocimientos con otros profesionales de la salud del mundo, de ahí que se haya buscado la forma de participar en la labor altruista.
Para esta segunda misión en Colombia se desplazó desde Ohio y Arizona un grupo de 15 profesionales de la salud y trajo un equipo completo tanto quirúrgico, como de soporte. Ellos se integraron con sus homólogos de la Clínica Las Américas para brindar la atención especializada a los pacientes y de paso hacer el intercambio de experiencias, conocimientos y formación en lo referente a reemplazos articulares de cadera y rodilla.
Entre la actividad altruista de 2018 y 2019 suman 65 personas beneficiadas con edades que oscilan de 42 a 79 años, en buenas condiciones de salud en general, de modo que cuando reciben la cirugía el dolor desaparece de su cuerpo, indicó la Directora de la Fundación Las Américas.
Para acceder a la intervención quirúrgica, se hace una evaluación a cada paciente con un ortopedista, servicio donado por la IPS a través de la Fundación. También se le toman radiografías, se hace la consulta preanestésica y Savia Salud se encarga de los exámenes preoperatorios.
“Estas cirugías tienen un valor agregado inmenso. Primero es que a los pacientes los atiende la fisioterapia desde que llegan al piso. El paciente se va de aquí con un caminador, que se lo prestamos a través de la Fundación para que el año entrante tengamos los caminadores para los próximos”, explicó Socorro Vélez.
Asimismo, los beneficiados llevan a sus casas los medicamentos que deben tomar para su recuperación, los cuales son donados por Las Américas.
La Clínica tiene la responsabilidad de hacerle la primera consulta de revisión al paciente y de ser necesario, programa una segunda cita a los tres meses. Y al cumplirse un año de la cirugía, los beneficiados deben ir a revisión por parte de los médicos que lo intervinieron.
La EPS cubre los gastos de cirugía y algunos medicamentos para cada paciente; la Clínica Las Américas contribuye con sus instalaciones como quirófanos, hospitalización, ayudas diagnósticas, rehabilitación y los profesionales de la salud para apoyar la misión en todas las áreas pertinentes.
Para la elección de las personas que son operadas se tiene en cuenta que sean de nivel económico muy bajo, que vivan en municipios de Antioquia o en barrios alejados del centro de Medellín, que no requieran intervenciones muy especializadas (por la escasez de tiempo) y que tengan buenas condiciones de salud; “o sea, que la cirugía mejore mucho la calidad de vida y que dejen de consumir medicamentos para el dolor”, reiteró la directiva.
El ahorro que le representa al sistema de salud el acto altruista es aproximado a 300 millones de pesos, pues se donan prótesis aprobadas por el Invima.
La Fundación Las Américas tiene un convenio de cooperación con un grupo determinado de Operation Walk para ejecutar la misión humanitaria en el centro asistencial cada año.
El lunes 29 de abril se renovará por un año más el acuerdo entre el gerente de la IPS, Juan Gabriel Cendales Rey y el director de la misión, Bertrand Kaper en el que se compromete la ONG estadounidense a volver en 2020.
Cabe decir que el centro asistencial, que hace parte del grupo empresarial Las Américas, además presta sus instalaciones para la misión de la Esperanza (dirigida a niños y adultos con malformaciones congénitas en manos) y que es desarrollada por Operation Walk también cada año.
Es de anotar que la ONG se dedica a realizar misiones médicas desde 2006 para dar atención a personas de escasos recursos en países como Guatemala y Ecuador con profesionales de la salud voluntarios entre los que se encuentran ortopedistas, fisiatras, enfermeras, instrumentadoras. Esta organización ha efectuado más de 900 intervenciones quirúrgicas de reemplazo de cadera y rodilla.