Recientemente, mientras investigaba en Internet, encontré una noticia que llamó mí atención. La portada decía: “Colombia, sexto país en realización de cirugías estéticas”.
El mismo artículo citaba en su contenido la estadística a nivel mundial frente a la realización de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos estéticos. Estados Unidos, con 1.414.335 cirugías; Brasil, 1.224.300; México, con 461.544; Corea del Sur, con 445.144; India, con 420.454 y Colombia, con 314.783 procedimientos.
A su vez, presentaba un estudio realizado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, (International Society of Aesthetic Plastic Surgery Isaps), donde Colombia queda como uno de los países con mejores procedimientos estéticos y de cirugía plástica estética en el mundo.
Continué adentrándome y encontré que en Colombia, a pesar de ser un país referente en intervenciones quirúrgicas estéticas, existe un número alto de mortalidad: se pasó de 13 muertes en el 2015, a 30 en el 2016 producto de este tipo de procedimientos. Y el número sigue aumentando de acuerdo con el Instituto Colombiano de Medicina Legal.
Muchas de estas muertes se deben a mala praxis, negligencia o imprudencia del médico. Muchas otras a que los pacientes operados no cumplen con las recomendaciones hechas por el médico, lo que deriva en complicaciones que llevan a la muerte.
Ese mismo día, mientras continuaba investigando por Internet, encontré una pagina que también llamó mi atención. Un médico cirujano plástico ofrecía una “promoción” que consistía en cuatro (4) cirugías estéticas por la suma de 20 millones de pesos. Las preguntas que vinieron a mí cabeza fueron, ¿Es rentable?, ¿Se puede prestar un servicio de calidad con esa suma?, ¿Se puede garantizar la prestación de servicios médicos adecuados?, ¿Cumple con preceptuado por el código de Ética médica?.
La experiencia indica que por ese valor es imposible que se preste un servicio de calidad, pero ademas, permite ver la irresponsabilidad de innumerables profesionales de la salud que ponen en riesgo la vida de sus pacientes llevando a cabo en una sola intervención, cuatro procedimientos distintos.
Esta situación a simple vista parecería estadística, pero la realidad es que no, este contraste afecta en gran medida a los buenos médicos, quienes finalmente resultan afectados ante los innumerables cuestionamientos que se realizan al gremio de cirujanos plásticos en general. Sin duda son más los profesionales de la Salud que se preparan, capacitan, forman adecuadamente y cuentan con la idoneidad para prestar un servicio de calidad a los pacientes que requieren sus servicios.
Este análisis tiene por finalidad concientizar a quienes van en busca de un médico cirujano plástico, a fin de que omitan las “promociones” que ofrecen y se centren en verificar si cuentan con la preparación adecuada, el centro médico idóneo, la póliza de seguro correspondiente. Incluso, si efectivamente son cirujanos plásticos.
Es nuestro deber proteger a quienes de verdad cuentan con la preparación adecuada, e ir buscando la manera de que, quienes no son efectivos profesionales de la salud se queden solos y no sigan cobrando vidas.