Por esta época algunos estudiantes ya iniciaron sus clases en los colegios, mientras que otros apenas comenzarán en las próximas semanas, momento en que los padres de familia deben estar atentos a qué alimentos incluir en las loncheras de sus hijos con el fin de evitar la malnutrición o desnutrición.
En las vacaciones la alimentación en general se ve afectada tanto en cantidad como en calidad, ya que es cuando mayor volumen de comida se consume y muy rica en harinas y grasas.
Es por ello que en la temporada escolar se suscitan cambios en los hábitos, incluidos los alimenticios.
De acuerdo con expertos del área de Promoción y Prevención de la Nueva EPS en la lonchera de los escolares no deben faltar alimentos energéticos, reguladores y formadores.
En el primer grupo están panes integrales, cereales integrales, galletas integrales tipo avena, torta casera, frutas secas, uvas pasas, ciruelas pasas, barritas de cereal, frutos secos como maní, nueces, aceitunas, entre otros.
El grupo de los reguladores lo componen los jugos de fruta o frutas enteras o picadas, fruta deshidratada, verduras picadas cocidas o crudas.
Y en el grupo de los formadores se encuentran leche descremada, yogurt, huevos, jamones y quesos bajos en grasa. Alimentos de origen animal bajos en grasa como tortilla de huevo, salchichas de pollo o pavo, pollo a la plancha picado en cubitos, pollo deshilachado y otros.
Igualmente, recomiendan no echar en la lonchera refrescos muy azucarados o bebidas gaseosas, ni paquetes de tajadas de papas y similares. También descartar los dulces o preparaciones que tengan exceso de grasa y azúcares.
Además, se aconseja incluir agua y algún líquido bajo en azúcar; por ejemplo, jugos naturales de fruta.
Buenas costumbres para la salud
Es necesario que los niños y los padres recuerden lavarse las manos con abundante agua y jabón antes de preparar y consumir los alimentos.
Asimismo, lavar las frutas previamente a su consumo, tanto en la casa como en el colegio.
Los padres deben fijarse en las fechas de vencimiento de los alimentos antes de ingerirlos e inculcarles este hábito a los niños.
En caso de que los alumnos tomen agua en el colegio, tengan en cuenta que sea potable, preferiblemente no directamente de los grifos ya que puede generar problemas gastrointestinales, indican los expertos.
Otros aspectos que no se pueden omitir en el regreso a clases son los cambios de clima, pues pueden producir malas condiciones de salud, por eso proteja y cubra la nariz y la boca del niño, más si sale de madrugada de la casa. Evitar los cambios bruscos de temperatura.
Los padres de familia deben verificar el esquema de vacunación de los miembros de la misma y que esté completo según la edad de cada uno.
Es necesario ventilar a diario la casa y cualquier espacio donde estén los niños.
En caso de presentar algún resfriado, es mejor no utilizar un pañuelo de tela, sino uno desechable sobre nariz y boca, luego botarlo y lavarse las manos.
Al momento de presentar síntomas de resfriado, aumente el consumo de líquidos para mantenerse hidratado.
Si el menor se enferma es preferible usar tapabocas y lavar frecuentemente las manos con agua y jabón. En caso de que tenga un cuadro gripal, no suministre medicamentos, antibióticos o jarabes sin prescripción del médico.
Cabe señalar que según cifras del Ministerio de Educación Nacional, durante 2018 en el país se matricularon más de 10.3 millones de alumnos en educación prescolar, media y básica, en colegios públicos y privados. El sector oficial cuenta con la mayor porción, pues garantiza acceso a 8.6 millones a nivel nacional, mientras en el privado son, aproximadamente 1.6 millones de estudiantes.