Una vez más hemos escuchado por parte de los órganos de control su “decidida intención de intervenir en el caos de los problemas que enfrenta el Sistema de Salud colombiano”.
El procurador, el contralor y ambos incluyeron al Fiscal en su intervención, dijeron que se iniciará una cruzada por “sacar del hueco a la salud” realizando desde la próxima semana una exhaustivo seguimiento a los recursos que el ADRES gira a los entes de la salud del país.
En 70 días que lleva el ministro de salud Juan Pablo Uribe en el cargo, ha insistido en todos los foros a los que ha llegado que el tema por el que siempre se habla en el sistema de salud de problemas tiene que ver con el financiero, pero que él cree que debemos hacer un viraje hacia la calidad de la prestación del servicio.
Por su parte el superintendente nacional de Salud, Fabio Aristizábal, ha dicho en los encuentros con los usuarios de todos los rincones del país a donde ha llegado, que el tema que aqueja a la salud es de malos manejos de los recursos del sistema, insistiendo en que si es necesario los colombianos se quedarán con 15 o 16 EPS.
La pregunta que hoy hacemos en Opinión y Salud es ¿todos quieren solucionar los problemas de la salud y tienen una idea clara del origen de ellos, pero cuáles son, específicamente, puntualmente, las acciones que llevarán a “sacar del hueco a la salud”?
Los colombianos estamos a la espera de que se nos diga el cómo, y creemos que las autoridades deben iniciar en el orden lógico en el que se desarrollan los procesos en el sistema de salud, es decir los procesos de afiliación y activación de los derechos.
Desde este portal experto en salud hemos comprobado, al recibir múltiples quejas de nuestros lectores, usuarios todos del Sistema de Seguridad Social en Salud, que para enderezar los aspectos del Sistema que no funcionan debe iniciarse por los procesos que incluyen la Base de Datos Única de Afiliados, que administra la ADRES.
Muchos de los problemas de la atención en salud tiene su origen en los problemas de afiliación y activación de derechos que incluyen la Base de Datos Única de Afiliados. Los datos contenidos en la BDUA tienen falencias.
Algunos casos
- La dispersión de los grupos familiares, donde los padres e hijos, cotizante o beneficiario no están inscritos en la misma EPS, sino que en algunos casos no están en el mismo régimen, todo por el interés de la entidad promotora de salud de ganarse la unidad de pago por capitación sin importar que a las personas le asista el derecho a pertenecer a otro régimen
- Está el caso de la portabilidad nacional. Que aunque fue concebida para garantizar la continuidad de la atención de pacientes que debieron salir por factores sociales de su región ahora se ha convertido en un padecimiento más porque están afiliados a una EPS pero que no saben donde ubicarla.
- Violando la autorización regional está el caso de EPS que afilian en regiones en las cuales no están autorizadas y por ende no están inscritas en el municipio, y mucho menos los afiliados o potenciales afiliados conocen de su existencia, violando el principio a la libre elección al afiliarlo sin su consentimiento.
- Otra de las deformaciones del sistema es la llamada movilidad entre regímenes. Una norma bien intencionada que busca que el afiliado pueda cambiar de régimen permaneciendo en la misma EPS pero en la práctica aquellos afiliados del régimen subsidiado que consiguen una oportunidad de vinculación laboral formal son acechados por las EPS del régimen contributivo que poseen fuerza comercial dispuesta a afiliar a cuanto trabajador encuentren.
Muchos de los inconvenientes que tienen los afiliados para tener acceso a los servicios de salud, se originan en inconsistencias en los datos de afiliación. Los procesos de afiliación y activación de derechos deben ser repensados a la luz del respeto que tienen las personas para escoger su EPS.
Hoy el papel de las entidades territoriales en la auditoría y seguimiento a los procesos de afiliación es nula, quizás el sistema ha ganado en la celeridad del flujo de información y de recursos financieros, pero ha perdido mucho en la calidad de los datos de afiliación.
Podíamos estar en presencia de una guerra por el afiliado que ya está inscrito en el sistema, a esto se debe el crecimiento en afiliados de muchas EPS, hecho que ocurre en el ámbito del municipio, frente a la mirada pasiva de las secretarías de salud.
Quizás con la BDUA base de datos única de afiliados se excedió en centralismo, dejando relegados a los entes territoriales que antes se desvivían por hacer de interventores y auditores al régimen subsidiado, hoy a pesar de que tienen los recursos, no los ejecutan por la falta de una reglamentación de las entidades auditoras.
Las migraciones internas generan cambios en la base de datos de las EPS. En ejercicio de la potabilidad nacional los usuarios cambian de región permaneciendo en la misma EPS y aunque tiene derecho a trasladarse a una EPS que opere en la nueva región de residencia, muy difícil es que la aseguradora en la que permanecen permita dicho traslado.
Se cuentan por montones los casos en que las Personerías municipales en acompañamiento a los usuarios tratan de identificar en regiones remotas a las EPS donde están inscritos afiliados que por factores sociales o políticos tuvieron que abandonar su municipio. En este caso la portabilidad nacional es un principio que no tiene aplicabilidad pues significa tener un carnet pero no tener garantizado el derecho a la salud porque no es cierto que las EPS suscriban convenios con las EPS de otras regiones para garantizar el servicio de salud. Lo único viable sería que se le permita en forma real inscribirse en la EPS que le convenga.