Cúcuta.- Unas supuestas amenazas de muerte contra Carlos Martín Rojas Carvajal, asesor de control interno de gestión, han sido el punto culminante y más álgido en medio de la disputa que se ha desatado al interior del hospital universitario Erasmo Meoz de Cúcuta, entre su gerente, el médico pediatra Juan Agustín Ramírez y varios funcionarios, entre ellos el asesor de control interno.
Martín Rojas denunció haber recibido amenazas luego de poner en conocimiento de las autoridades presuntas irregularidades en contrataciones que habría hecho Ramírez Montoya con familiares.
El año pasado el asesor de control interno emprendió unas investigaciones, en las cuales encontró un contrato por más de 1.700 millones de pesos a nombre de Jorge Emilio Parra Montoya, primo hermano de Ramírez Montoya y otros más con dos primos y un cuñado. “Pedí varios conceptos a expertos para corroborar la información. Me remitieron al acto administrativo número 2 de 2015 que menciona que “ningún servidor público puede contratar a familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y está en conflicto de intereses”, afirmó.
Decidió informarle al gerente sobre los hechos, pero al no obtener respuesta por parte del directivo, puso entonces en conocimiento de las autoridades de control los casos. Esta situación ha generado reacciones de apoyo al gerente y otras de rechazo, pidiendo su renuncia incluso.
No hecho nada indebido: gerente
Al ser indagado sobre el tema el gerente del Erasmo Meoz, admitió que sí mantienen un contrato con una empresa donde su primo, el cirujano de mano Jorge Emilio Parra Montoya, aparece en la junta directiva, pero dijo que no había cometido ninguna irregularidad pues “según la Ley 100 las ESE sujetas a un régimen especial, para efectos de la contratación, se rigen por el derecho privado y la ley 80 de 1993 o Ley de Contratación, en su artículo 8, literal h, indica que están inhabilitados para contratar con el Estado: “Las sociedades distintas de las anónimas abiertas, en las cuales el representante legal o cualquiera de sus socios tenga parentesco en segundo grado de consanguinidad o segundo de afinidad con el representante legal o con cualquiera de los socios de una sociedad que formalmente haya presentado propuesta, para una misma licitación o concurso”. En este caso se trataría de una persona con cuarto grado de consanguinidad.
Y agregó que su primo y otros cuatro más, son médicos vinculados de planta con el hospital desde antes de él llegar a la gerencia. “En mi familia somos 42 médicos, de ellos, están en carrera administrativa en el hospital y uno por contrato de prestación de servicios y ya estaban cuando yo llegué y la ley no me obliga a retirarlos”, sostuvo el galeno.
Ramírez fue designado gerente del Erasmo Meoz en el año 2012 por concurso de méritos y reelegido en el 2016 gracias a la gestión que adelantó en el hospital, donde hoy día maneja un bajo riesgo financiero de acuerdo con los resultados de gestión que avala la Superintendencia de Salud.
No obstante hoy se conoció el pronunciamiento de la junta directiva departamental de la Asociación Nacional Sindical de Trabajadores y Servidores Públicos de la Salud. Seguridad Social Integral y Servicios Complementarios de Colombia (Anthoc), rechazando lo que llaman “políticas de contratación y la corrupción que se viene dando en el hospital … y que los recursos para la prestación de servicios de salud sean desviados para favorecer la familia del señor gerente”.
Piden en su comunicación la intervención de los organismos de control y de justicia para evitar que los dineros de la salud de los nortesantandereanos sean esquilmados.
Sin embargo, paralelamente desde ayer se vienen realizando en las afueras del hospital plantones por parte de médicos y enfermeras que apoyan al gerente Ramírez.
Fuentes cercanas al sector confirmaron a www.opiniónysalud.com que detrás de esta disputa hay tintes de carácter político que intentan “buscarle la caída al gerente Juan Agustín Ramírez”, justo ahora que se aproximan épocas preelectorales.
Por lo pronto queda en manos de las autoridades establecer si los actos de corrupción de que se le acusa a Ramírez Montoya resulten ciertos.