Medellín.- Teniendo en cuenta datos del último Censo nacional, que indican que en Colombia hay 46 personas mayores de 60 años por cada 100 jóvenes menores de 15, urge la creación de políticas públicas que atiendan mejor las necesidades de los primeros, entre éstas el padecimiento de la sordera.
Precisamente los adultos mayores pierden gran parte de su capacidad de autonomía cuando dejan de escuchar, produciéndoles aislamiento, depresión y deterioro en la calidad de vida.
Según el fonoaudiólogo de MED-EL, Jonathan Bareño “las personas con presbiacusia (pérdida auditiva en los adultos mayores) sufren al tener que dejar su cotidianidad por una condición que, en la mayoría de los casos, tiene solución”.
Aquellos pacientes que no atienden cuando se les llama o cuando empiezan a ver televisión o usar el celular a un volumen más alto, deben practicarse exámenes de audiometría o logoaudiometría, con el fin de evaluar el desempeño comunicativo en umbrales bajos de estimulación auditiva. Es decir, lo ideal es la detección temprana de la sordera, considera el experto.
Lo anterior cobra importancia si se tiene en cuenta que el 5 por ciento de la población mundial padece de ese mal; es decir, más de 465 millones de habitantes, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); además, una tercera parte de esa población corresponde a adultos con más de 65 años de existencia.
Así las cosas, cerca de 155 millones de personas en edad adulta, están perdiendo el sentido del oído. Pese a que es una condición natural que viene con el paso de los años, la cantidad de adultos mayores con ese problema está creciendo significativamente, lo que alarma a expertos y autoridades alrededor del mundo.
No obstante, cada vez son más los pacientes entre 55 y 60 años que presentan imposibilidad de oír bien. Esto obedece a factores como el uso indebido de medicamentos, algunas enfermedades hereditarias, la hipertensión y la exposición a sonidos muy altos, entre otros.
Por lo anterior, la sugerencia para evitar la sordera en la época de la vejez es cuidar el oído desde temprana edad no exponiéndose a sonidos fuertes por tiempo prolongado, no automedicarse y hacerse chequeos de forma periódica.
Existen casos en que las personas deben vivir con esa condición el resto de sus vidas, pero tienen la posibilidad de recuperar parte de la audición mediante el uso de audífonos, entre otros dispositivos, que deben ser suministrados por algún especialista, pues se requiere un seguimiento médico, orientación y terapias para usarlos de forma correcta.
Cuando hay hipoacusia severa el implante coclear ayuda a la recuperación del sentido del oído entre 70 y 80 por ciento. Este elemento se ubica directamente en el oído interno, por medio de una cirugía menor.
En un estudio hecho en Francia con la participación del Centro de Investigación de Neurociencia de Lyon, durante tres años se investigaron a 94 pacientes con edades que oscilaban entre 65 y 85 años con pérdida auditiva profunda. Se evidenció que el uso de implantes cocleares durante el proceso de rehabilitación auditiva, se asocia con mejoras en la función cognitiva y en la percepción del habla, impactando de forma positiva en la actividad social y calidad de vida del paciente.