Así parece, pues el traslado irregular de esta periodista fue resuelto, pero no ha pasado así con otros usuarios ¿Tiene usted un caso?
La publicación del pasado 26 de enero, en la cual expliqué el caso que me afectó y sorprendió iniciando el año, llamó la atención de varios lectores a quienes les ocurrió exactamente lo mismo: fueron trasladados de EPS inconsultamente apareciendo, sin explicación alguna, en la base de datos de Cajacopi EPS.
Entrado el mes de marzo se constata que aunque estas personas hicieron lo mismo que yo, poner la queja en la Superintendencia y hacerle seguimiento a la EPS para verificar que ya estuviera nuevamente en la entidad de la que me habían sacado, a ellas no se les ha resuelto nada, mientras que mi caso en un mes estuvo solucionado.
Así me lo hizo saber Bibiana Rondón vía correo electrónico, indicando que al ver la publicación en Opinión y Salud se animó a contar el caso de su hermana en Villavicencio, quien fue trasladada irregularmente de Sanitas a Cajacopi el año pasado. De ello se dio cuenta en septiembre de 2016 apenas y según sus palabras “cuando quiso desafiliarse de Cajacopi para retornar a Sanitas, ha encontrado mil talanqueras”.
“He enviado carta a Cajacopi solicitando la desafiliación (sin respuesta alguna), interpuse un derecho de petición solicitando respuesta con copia a diferentes entes de control (Superintendencia de Salud, Personería, Contraloría, etc.) y sólo hasta el día hoy he recibido respuesta del derecho de petición, negando el traslado”, explica la usuaria.
Esto mismo le ha ocurrido a Carmen Espinosa en Barranquilla, quien desde el año pasado está batallando con Cajacopi para que la “suelte” y pueda estar en SURA , la EPS a la que ella quería pertenecer.
“Estoy desesperada, ya he hecho todo cuanto me han recomendado, enviado correos a la Super Salud, a la misma Cajacopi, incluso a SURA entidad a la que quise estar afiliada y que me contestó que la misma Cajacopi le respondió que mi solicitud fue rechazada pues soy un ´usuario con tratamiento en curso´, cosa que no es cierto”, explica.
Carmen está tan aburrida del caso que dice que ya no le importa qué EPS la va a atender, lo único que quiere es que no sea Cajacopi, pues la está usando haciéndola pasar por paciente en tratamiento, con datos inexactos, ocasionándole gran perjuicio.
Las dos usuarias se acercaron a Opinión y Salud solicitando información y orientación para tratar de solucionar su problema, y su pregunta, al igual que la nuestra, es ¿por qué a la comunicadora de este medio se le respondió inmediatamente y ellas en cambio llevan meses en Cajacopi en contra de su voluntad y sin seguridad social?
No queremos creer que nuestra condición de periodistas nos da un fuero especial por el cual esta EPS concede más atención y presteza en su respuesta, no sería ético de su parte. Por otra parte el tema está abierto y quedan muchas preguntas por contestar, varias de ellas se las hicimos a la Superintendencia en su momento y ahora cobran vigencia:
- ¿Cuál es el mecanismo que las EPS utilizan para hacer de manera inconsulta un traslado de afiliados a otra EPS y además traslado de régimen?
- ¿Qué medidas de control toma la Superintendencia para evitar que las EPS incurran en esta conducta?
- ¿Qué valores por unidad de pago por capitación le ha reconocido el Estado a la EPS CAJACOPI durante el periodo en el que aparece un usuario en la base de datos de dicha entidad sin que haya solicitado traslado?
- ¿Qué mecanismo usa la Superintendencia Nacional de Salud para certificar que efectivamente las personas que aparecen en la base de datos de las EPS estén debidamente afiliadas. Están debidamente afiliadas al Sistema de Salud conforme a la Ley 100 y sus decretos reglamentarios y las leyes que han modificado?
- ¿Cuál es el control que ejercen las autoridades, las entidades territoriales, para certificar la veracidad de los datos de los afiliados de las Bases de Datos de las EPS?
Las preguntas las hago en mi condición de periodista, pero a Bibiana Rondón, hermana de la usuaria afectada, también le asaltan varias dudas, válidas:
“¿Cómo puede ser posible que un usuario no tenga derecho a retirarse de una EPS a la que fue afiliada de manera inconsulta?
¿Cuál es el interés de esta EPS al retener a sus afiliados de una manera tan arbitraria?”
Aquí vale la pena recordar que en una decisión de tutela, la Corte Constitucional sentenció que ninguna Empresa Promotora de Salud, EPS, puede desafiliar, de manera unilateral y automática, a una persona sin antes consultarle e informarle las razones por las cuales le suspenderá la atención. En casos de desvinculación, dijo la Corte, estas entidades deben consultar a los afectados, por lo menos con un mes de antelación, para adelantar el trámite.
Además el Decreto 2353 de 2015 que actualiza las reglas de afiliación del Sistema General de Seguridad Social en Salud, y crea el Sistema de Atención Transaccional advierte que “La escogencia de la EPS es libre, y la desafiliación al sistema solo se producirá cuando la persona fallezca”, que no es ninguno de los casos referidos. Lo cierto es que el derecho a la libre escogencia de Entidad Promotora de Salud es de los más violados en el Sistema, ante la impotencia de la Supersalud
Entre tanto Bibiana sigue haciéndose varios interrogantes y termina con esta reflexión: “no me extrañaría que tal vez en este asunto cuando haga masa crítica nos encontremos con que esta EPS está facturando servicios inexistentes a nombre de afiliados que nunca hacen uso de dicha caja (como en el caso de mi hermana) porque simplemente ignoran que están afiliados”.
Periodistas y usuarias, todas inmersas en este sistema de salud, esperamos respuestas.