La Asamblea General de las Naciones Unidas consciente de la problemática que supone el trastorno en gran cantidad de niños, y preocupada por su prevalencia, aprobó un 18 de diciembre de 2007 la resolución 62/139 por unanimidad para que cada 2 de abril desde el año 2008 se celebrase a nivel mundial el Día internacional del Autismo.
La idea al imponer esta fecha era la concienciación de la población mundial para que las sociedades del planeta tomaran medidas a la hora de facilitar la integración de personas con esta condición
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un grupo de alteraciones o déficit del desarrollo de características crónicas y que afectan de manera distinta a cada persona; los TEA se definen como una disfunción neurológica crónica con fuerte base genética que desde edades tempranas se manifiesta en una serie de síntomas basados en la tríada de Wing que incluye: la comunicación, flexibilidad e imaginación e interacción social. Se ha concluido que esta condición está causada por múltiples factores, los cuales afectan de manera diferente a las personas.
Estas alteraciones se inician durante los primeros treinta meses de vida y duran toda la vida e incluso están presentes desde el momento del nacimiento, según el documento Clasificación internacional de la Enfermedad (CIE-10) de la OMS, con predominancia de presentación en los hombres con una frecuencia tres a cuatro veces superior a la que se presenta en las mujeres, y de cada 10.000 nacimientos 21 niños presentan esta condición (OMS, 2012). Según datos actuales se habla que en Estados Unidos se puede encontrar un caso en cada 88 niños y en Europa se habla de que afecta al 0,6 % de la población.
La característica más significativa del TEA es la interacción social deficiente y los cuidadores del niño generalmente son los primeros en notar los signos. Un bebé con TEA puede mostrarse indiferente a las personas o enfocarse intensamente en un objeto hasta excluir a los otros durante largos períodos de tiempo. Se ha observado que algunos niños con TEA se desarrollan normalmente y luego se evidencian un retroceso y se vuelve indiferente a la actividad social.
Los niños con TEA podrían no responder a sus nombres y a menudo evitar el contacto visual con otras personas. Tienen dificultad para interpretar lo que los demás están pensando o sintiendo porque se les dificulta entender las pautas sociales, como el tono de voz o las expresiones faciales, y no observan las caras de las otras personas para ver las pautas de conducta adecuada, esto está relacionado con la dificultad de establecer empatía.
Otro de los comportamientos son los movimientos repetitivos como mecerse y dar vueltas, o en conductas autolesívas como morderse o golpearse la cabeza. También tienden a hablar después que los otros niños y pueden referirse a sí mismos por el nombre en lugar de “Yo” o “mí.”, lo que se denomina inversión pronominal. Los niños con TEA tienden a jugar solos sin interactuar con los otros niños. Algunos hablan con voces o entonaciones particulares y/o sobre una gama limitada de temas favoritos, sin importarles demasiado acerca de los intereses de la persona con la que están hablando. Sin embargo es importante hacer énfasis en que la intensidad de estos síntomas o su frecuencia es diferente en cada persona con TEA, depende de variables biológicas derivadas directamente o indirectamente de la condición, pero también tiene una fuerte influencia de la historia de aprendizaje teniendo en cuenta el contexto y la relación con las personas que lo rodean.
Signos
Según el Ministerio de Salud y Proteccion Social se presenta una lista de posibles signos que pueden relacionarse con la condición de TEA en los primeros años de vida.
*No reacciona cuando la llaman por su nombre. (12 meses de edad)
*No señala objetos para mostrar su interés (14 meses de edad)
*No juega con situaciones imaginarias (18 meses de edad)
*Evita el contacto visual y prefiera estar solo
*Tiene dificultad para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos
*Retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje
*Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
*Contesta cosas que no tienen que ver con las preguntas
*Le irritan los cambios mínimos
*Tiene intereses obsesivos
Según el Ministerio de Salud, aun cuando no existen datos exactos acerca de la incidencia de esta condición, se estima que aproximadamente un 16 % de la población menor de 15 años en Colombia padece algún tipo de trastorno del desarrollo, entre ellos los TEA. Algunas análisis hacen creer que el país maneja cifras similares a las mundiales.